La pasión del pueblo de Xico

En las calles empedradas y en las bellas viviendas coloridas de Xico, se concentran todas las pasiones humanas: los olores y sabores de alimentos autóctonos con su pizca de sabor español; la alegría y las pasiones de la música y el baile; y el tributo a las deidades que alimentan el alma.

En las montañas de Veracruz, a 25 kilómetros de la ciudad de Xalapa, el típico mole xiqueño, la morita y el licor verde, así como los toritos de distintos sabores, se mezclan perfectamente con el pueblo antiguo, ese que le rinde tributo a la Santa María Magdalena en su iglesia con sus detalles arquitectónicos del siglo XVI y acabados barrocos y neoclásicos de los siglos XVIII y XIX.

El pueblo, antaño paso obligado de los conquistadores españoles, muestra lo mejor de sí  con la santa mejor vestida de México, con sus más de 500 vistosos vestidos, algunos de los años 1888, 1890 y 1895, regalo de familias humildes de la época que le solicitaron un milagro;  con la reedición de los Sanfermines de Pamplona con una suelta de toros por sus calles; y el homenaje a todas las “tías” que elaboraron y elaboran el famoso mole xiqueño y los tradicionales licores de mora y verde.

Foto: Identidad veracruz

 Las sensaciones xiqueñas 

En los últimos años, en los comercios del pueblo por donde pasó el conquistador español Hernán Cortés en agosto de 1519 en su camino hacia el centro de la nación Azteca, decenas de locales de venta de mole y licores e incluso bares fueron bautizados con el nombre de las tías que pasaron recetas de generación en generación.

Lo mismo se llaman “Tía Carmela” que “Tía Beta”, “Tía Valentina”, “Tía Florencia”, “Tía Nena” y llevan orgullosos los nombres de esas mujeres  y las imágenes de su rostro.

La leyenda dice que las tías eran las que se encargaban de hacer el mole, toritos, las bebidas y las que  abrían los negocios. Siempre que se pasaba por el comercio se les saludaba: adiós tía, qué pasó tía, buenos días tía. Después optaron por poner al negocio el nombre de esas tías y desde entonces se les rinde homenaje a esas mujeres.

“Ya ahorita es típico que a cualquier negocio se llame tía y pura tía hay, pero pues es la tradición. No hubo un acuerdo fue la tradición”, explica un hombre que ofrece a los visitantes pruebas de licor de mora y toritos de cáchuate, piñón, guanábana y café y con cuyos elixires los turistas salen bastante “flameados”.

Ejemplos hay muchos. Por ejemplo en el local llamado “Tía Beta”, se vende el tradicional y famoso mole de Xico, además de chiles en conserva y uno que otro  caramelo de la región, productos que llevan como marca el rostro de la tía; la Tia Carmela con sus toritos de piñón, coco, café..

Y en el corazón del lugar, su iglesia con sus detalles arquitectónicos del siglo XVI y acabados barrocos y neoclásicos de los siglos XVIII y XIX, se rinde tributo a la Santa María Magdalena, la imagen religiosa mejor vestida del mundo,  con una larga fila de lujosos atuendos que deslumbran la mirada.

Desde hace años, tiene en su guardarropa, más de 500 vistosos vestidos, señal de los milagros cumplidos y de la manda que deben efectuar sus fieles creyentes. Durante los últimos 250 años, la patrona del pueblo cafetalero “exige” un vestido a cambio de cumplir milagros para seguir con el ritual: cambiarse cada 15 días de atuendo.

La polilla, la humedad y el descuido impidieron conservar todos sus “santos” vestidos, aunque aún se mantienen roídos algunos de los años 1888, 1890 y 1895, regalo de familias humildes de la época que le solicitaron un milagro.  Existe una lista de “apartados” de milagros que mantendrán ocupada a la santa patrona.

Pero el alma y el cuerpo también se llenan de alimentos, como el mole xiqueño servido sobre una pieza de pollo o en unas tortillas recién aventadas al comal rellenas de huevo o pollo que hacen exaltar los sabores en el paladar.

Por su puesto, el “Xonequi”, un caldo de frijoles hervidos con hojas de una enredadera del mismo nombre que son acompañados con bolas de masa sazonadas con manteca; además de los chiles rellenos en taco.

Por Óscar Sánchez

Foto: Identidad Veracruz
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