El Cristo vigía de la montaña

Por Miguel Ángel Contreras Mauss

Córdoba, Ver. – Entre la vegetación del cerro sobre sale la imagen de un Cristo Rey construido hace más de 57 años, el cual se ha convertido en el cuidador de la localidad de Presidio, municipio de Tezonapa.

Para llegar hasta la estatua cuyo peso es de 50 toneladas y tiene una altura de 17 metros, es necesario subir más de 500 metros sobre el nivel del mar a través de escalinatas. En su interior hay tres miradores interiores. La vista es majestuosa.

La imagen puede verse desde la carretera estatal Omealca-Tezonapa y representa una de las principales creencias religiosas de toda la región.

En 1955, Óscar Pitol Sampieri, su esposa y sus 10 hijos comenzaron a construir, con toda una odisea, esta enorme estatua la cual finalizó en 1960. Desde entonces, los habitantes de Presidio comenzaron a venerarlo.

La familia Sampieri fue de los primeros inmigrantes italianos que se afincaron en la zona de Zentla, sin embargo, por asares del destino llegaron hasta esta comunidad para atender un beneficio de café y la tienda de abarrotes de su propiedad llamada “La Casa del Pueblo”.

Óscar Pitol junto a su hijo Víctor Manuel, su primo Honorato Pitol Croda y su amigo Francisco Sánchez López, idearon edificar un Cristo en la cima del cerro colindante, en referencia a la celebración de las Cruces celebrada cada 3 de Mayo.

La construcción resultó todo un viacrucis, pero la fe hizo a todo el pueblo colaborar utilizando mulas y burros para cargar con los materiales de construcción hasta la cima, situación que aumentó el fervor de los habitantes.

Fue el 26 de agosto de 1960 cuando la edificación se dio por terminada, y cuya bendición la llevó a cabo el arzobispo de Veracruz, monseñor Manuel Pío López y Estrada.

Foto: Especial

Detrás de esta construcción también existe una leyenda; la más conocida es que un campesino encontró en el cerro un tesoro, pero se le apareció en un sueño Dios quien le ordenó la construcción del Cristo.

Dicha leyenda sin duda enriquece el legado cultural de la pequeña comunidad que ha organizado venta de comida y rifas para dar el respectivo mantenimiento a la imagen.

Es así como el Cristo Rey de Presidio continúa en pie, cual silencioso vigilante, guía de forasteros, orgullo de los lugareños y una muestra de que los sueños pueden realizarse si existe disposición y fe.

 

 

Compartir: