Es considerada una maravilla de México y se localiza en Yucatán
Por Patricia Rodríguez
Tinum, Yucatán.-Nunca había visto una noche tan estrellada como esa. Decenas de luces resplandecían un cielo negro, imponente. Enfrente tenía la imponente pirámide de Kukulkan construida en el siglo XII d. C. por los mayas itzaes.
Era como si esa construcción con 365 escalones para llegar a la parte superior y cuatro lados iguales con 91 peldaños tuviera una fuerza de atracción con esos cuerpos celestes que brillan con luz propia.
Ni la proyección narrativa y lumínica sobre esa construcción prehispánica logró que quitara la atención sobre el cielo iluminado, único y con una energía especial.
Por la tarde, había recorrido toda la zona arqueológica de Chichén Itzá, desde la entrada principal, los monumentos mayas como El Castillo, El Caracol (u observatorio), el Juego de Pelota y el Templo de las mil columnas.
También fotografié el cenote sagrado, el mismo del que extrajeron ofrendas y osamentas de hombres y mujeres que fueron fueron sacrificados. Hoy parece un pozo obscuro, con aguas turbias.
También pude comprobar la acústica entre los edificios, esos sonidos que se generan con solo una palmada, algunos similares al silbido de pájaros y ecos que cambian de tono.
Chichén Itzá es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1988 y ha sido denominada una de las siete maravillas del mundo moderno. De acuerdo a estudios e investigaciones, su construcción es muestra del conocimiento en matemáticas, astronomía y geometría que tenían los mayas.
¿Sabías que el evento más importante en Chichén Itzá es el equinoccio y solsticio? La alineación de la construcción de la pirámide Kukulkan permite que se puedan observar diversos fenómenos de luz y sombra