La sierra de Zongolica tiene riqueza en su tierra, en sus tradiciones y en su gente
Por Miguel Ángel Contreras Mauss
Córdoba, Ver.- En la Sierra de Zongolica, se localiza el municipio de Santa Ana Atzacan, una ciudad con apenas 20 mil personas, en su mayoría indígenas.
La palabra Atzacan es un derivado del náhuatl Atzac-can, Atl agua, Tzaqua detener, y Can lugar, que se interpreta como “Lugar en donde detienen el agua”. Es aquí, donde nace la historia de la virgen de Santa Ana, a la que conocen como la “abuelita “.
El director de Turismo de Atzacan, Rene Carrillo Tiburcio manifestó que este año se buscan atraer a más personas a la festividad del día de nuestra señora de Santa Ana. Incluso, esperan superar las 15 mil personas.
“Se le dará una importante promoción y esperamos sobre todo que la derrama económica que esto genera, reditúa en los comercios locales por lo que seguirán fomentando el turismo religioso”, expresó.
Los milagros que ha hecho la Virgen son innumerables y sobre todo reconocidos por las personas que regresan a pagar el gran favor o milagro que les hizo, se estima que cada año acuden a visitarla más de 20 mil personas.
La historia de la primera aparición de nuestra señora de Santa Ana data de más de 250 años, cuando el señor Gregorio Carrillo se encontraba trabajando junto con su compañero el cultivo del maíz en una de sus parcelas.
De repente, narran los pobladores, escucharon el repicar de unas campanas como si se llamara a misa, pero era el medio día y estaban legos de la Iglesia, minutos después se volvió a escuchar el mismo repicar, esto se repitió una vez más, por lo que optaron fue buscar de dónde provenía ese sonido de las campanas.
Se dice, que ya por la tarde, cuando regresaban de sus labores del campo empezaron a buscar y para gran sorpresa se encontraron dos imágenes mismas que estaban entre las milpas, por lo que los campesinos tomaron las mismas y las llevaron a sus respectivos hogares donde el señor Gregorio Carrillo se quedó con la imagen más grande que es conocida como la imagen de nuestra señora de Santa Ana y que es conocida como la abuela ya que es más antigua que otra que está dentro del municipio.
La segunda pieza encontrada era más pequeña y se la quedó el señor Vicente, misma que estuvo en peligro de desaparecer ya que según los relatos, Vicente tenía problemas para tomar y en una de esas ocasiones que estaba muy ebrio se estaba quemando la imagen, por fortuna se logró rescatar, después le fue entregada esta misma al señor Gregorio para que el fuera el custodio.
La decisión del custodio de la imagen unos meses después fue llevar en procesión las dos piezas encontradas hasta la Iglesia para que fuese venerada por todo el pueblo, pero un día jueves las dos imágenes desaparecieron y fueron encontradas en la casa del señor Gregorio se dice que por que querían quedarse con la persona que las encontró y mando a hacer una capilla donde actualmente están.
El peregrinar es de miles de personas cada año y donde ya se ha convertido en un lugar de referencia para las personas y sobre todo para los creyentes católicos ya que se dice que la imagen y sobre todo cuando le piden con Fe un favor este se cumple y es cuando regresan a pagar la manda.
Descendiente del señor Gregorio, Carrillo Tiburcio explicó que hace aproximadamente seis años vinieron unas personas de Estados Unidos que no podían tener hijos y le pidieron a la Virgen que les hiciera el milagro y al año regresaron con él bebe en brazos y a dejar ofrendas. Ahora regresan cada año, otros más le han construido unas bancas de madera y su altar porque les ayudo a llegar a Estados Unidos.
Considera que el municipio se honra y se distingue por sus múltiples festividades y una de las más celebres es cuando honran a San Joaquín, donde los campesinos y personas llevan a bendecir a sus animales para que las bendiciones dentro del campo sigan cada año.