Tío Yim, guardián del corazón indígena

De piel morena, curtida por el paso del tiempo, sus cabellos canosos que con el aire se alborotan y enmarcan su cálida sonrisa, Jaime Martínez Luna es protagonista del primer filme llamado Tío Yim

Por Gisela Uscanga

Xalapa, Ver.-De origen zapoteco, nacido en Guelatao de Juárez, Jaime Martínez Luna es un filósofo indigenista oaxaqueño, quien se fijó como meta de vida posicionar la cosmovisión de la comunidad indígena en México.

Jaime, de piel morena, curtida por el paso del tiempo, sus cabellos canosos que con el aire se alborotan y enmarcan su cálida sonrisa, es protagonista del primer filme llamado Tío Yim, bajo la dirección de su hija Luna Máran.

A través de la película, presentada recientemente dentro del proyecto Ambulante 2019, Luna Máran refleja la vida y obra de su padre, un hombre que, sin tregua, se ha dedicado a la defensa de los derechos humanos de los indígenas y de los recursos naturales de la Sierra Norte de Oaxaca.

El protagonista comenta que el filme de su hija Luna es una nueva propuesta cinematográfica, que propone difundir sin fin de historias que se entretejen en cada núcleo familiar. Y la suya es una de esas tantas historias, que merecen ser narradas.

Sus estudios básicos los realizó en su estado natal de Oaxaca, pero de 1972 a 1976 radicó en la ciudad de Xalapa para estudiar la licenciatura en Antropología en la Universidad Veracruzana. Al término de sus estudios retornó a Oaxaca.

“Mi labor ha sido acompañar a la comunidad indígena oaxaqueña en la solución de problemas tanto locales como regional”, comenta.

Inició su primera lucha formal en 1980 con la defensa de los recursos forestales de la región de la Sierra Norte de Oaxaca.

“Este bosque, el gobierno federal había sido concesionado a una empresa que se llamaba Fábrica de Papel Tuxtepec y obligaba a las comunidades entregar sus recursos a ésta. Nos organizamos para echar abajo ese tipo de concesiones y se logró en 1983”.

Años después canalizó sus esfuerzos para impulsar la primera emisora de radio comunitaria en amplitud modulada (AM), manejada por el Instituto Nacional Indigenista (INI).

En el 2000 logró con ese mismo transmisor migrara a frecuencia modula (FM), siendo así la primera emisora comunitaria indígena en el estado de Oaxaca. Hoy es un orgullo de Jaime, pues opera actualmente por si sola.

Martínez Luna también echó a andar un proyecto televisivo, pero por falta de recursos, éste sólo puedo estar activo un par de años.

Inquieto como es, persona que no conoce de límites, impulsó también la creación de un grupo musical llamado Trova Serrana, un movimiento musical que se hermanó con otros grupos a nivel nacional y el cual sigue respirando y resonando al rascar de las cuerdas.

Jaime, no obstante, sentía la urgencia de pregonar desde otra perspectiva el concepto de comunalidad indígena y lo hizo a través de la publicación de tres libros que ha publicado de manera paulatina desde 2003 a la fecha.

“En estos tres libros explico desde los regional y desde dentro, como es nuestra la forma de vida, nuestra forma de pensar de las comunidades indígenas oaxaqueñas”, dijo

Su hambre de conocimiento lo llevó a cursar la maestría en Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, su buen desempeño, conllevó a que, desde hace seis años, desde 2013, sea profesor-investigador de este respetable institución educativa.

Foto: Especial

“A partir del concepto de comunidad, he desarrollado conceptos y propuestas de carácter pedagógico-normativo para impulsar esta visión de la vida de los núcleos indígenas en esta Universidad de Oaxaca”.

Afirma que la educación debe ser diseñada de cada región estatal, para que responda a las necesidades específicas de cada provincia, en lugar de recibir una educación diseña desde un escritorio y desde otro contexto.

Jaime reconoce que su lucha por generar mejores condiciones para las comunidades indígenas oaxaqueñas lo mantuvo fuera de casa mucho tiempo y si bien sus hijos tuvieron un padre a la distancia, forjó en la mente de hijos y esposa la comprensión de la vida en comunidad.

“Es (lo hago) la fuente misma de mi trabajo, de mis preocupaciones y mi felicidad”.

Sin entrar en posturas político-partidistas, Jaime Luna confía en que el actual gobierno federal, reconozca las capacidades, intelectuales y materiales de las sociedades indígenas de México.

“Pero este reconocimiento o debe ir intrínsecamente ligado al cuidado y preservación de los recursos naturales y para ello deseamos autonomía en el manejo de nuestro propio medio natural”.

Don Jaime dijo que desde hace cinco siglos los indígenas de México son el verdadero camino que guía a México, pues en su opinión, son las comunidades indígenas guardianes de un modelo de vida que respeta la naturaleza.

“Si el gobierno nos reconoce y nos toma en cuenta el país saldrá muy beneficiado”, afirmó.

 

 

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