Las pirámides se imponen entre el llano, se trata del primer lugar en el que se consolidó la fusión de dos culturas
Por Víctor M. Toriz
Ursulo Galván, Ver.-Grecas simétricas bordean los vestigios de una muralla, el reflejo del sol sobre edificaciones antiguas ubicadas en el centro destellan la primera mirada dando la sensación de ceguera y, al mismo tiempo, de estar frente a una antigua ciudad dorada.
Aclarada la vista, Cempoala se puede ver en todo su esplendor, pirámides se imponen entre el llano donde el verde es el color predominante bajo el intenso sol que pega en el municipio de Ursulo Galván.
Para llegar se toma la autopista Veracruz-Xalapa, unos cinco minutos sobre la desviación a Poza Rica muestra letreros que indican el sitio arqueologico cercano, pero el olor a caña quemada que emana de los alrededores podría ser el mejor indicio de la cercanía.
En el horizonte, a lo largo del camino que serpentea por en medio de los pastizales, las grandes chimeneas humeantes de las factorías productoras de azúcar irrumpen en el escenario que recibe a los visitantes.
La palabra Cēmpoalli proviene de las raíces nahuas Cēmpoal-, que significa ‘veinte’, y ā(tl), que significa ‘agua’: veinte aguas sería la interpretación más cercana para nombrar a la antigua ciudad Totonaca, centro económico, cultural y militar que fue clave en la conquista española.
De lo anterior se tiene a detalle los apuntes históricos en el museo de sitio Francisco del Paso y Troncoso, que recibe antes de atravesar la muralla descrita al inicio.
Piezas encontradas en excavaciones arqueológicas son exhibidas en vitrinas, desde utensilios de uso cotidiano, objetos para el ancestral juego de pelota, hasta colecciones encontradas en ofrendas fúnebres y monolitos de deidades que con su solo nombre causan el respeto gravado en la memoria genética de los veracruzanos.
Se cuenta a través de esos objetos la historia de la ciudad que surge en la costa del Golfo de México en el año 1000 AC, con la llegada de totonacos expulsados de territorios que terminaron por dominar toltecas.
Fue en el siglo XVI que obligados a pagar tributos altos a los Aztecas por un siglo, vieron la oportunidad de recobrar su libertad con la llegada de las tropas del conquistador español Hernán Cortés.
Los detalles de la historia se encuentran en el museo, pues Cempoala se convirtió en el primer lugar en el que se consolidó la fusión de dos culturas.
Al salir de la sala de exposiciones inmediatamente después se alcanzan a ver las pirámides imponentes:
El Templo Mayor, una pirámide construida de piedra de río y esqueletos de coral, se caracteriza por están a la cabeza del conjunto de edificios, y por mostrar murales en tonalidades azules que se repiten de otros colores en diversas edificaciones totonacas.
En total son seis edificaciones que forman parte del sitio arqueológico de Cempoala, un enorme espacio al centro similar un patio centrar, árboles endémicos se encuentran alrededor, un corredor de palmeras y por el que entra uno que otro rayo del intenso sol domina el paisaje de uno de sus costados.
Ya en el centro de aquel patio central se alcanza a reconocer lo que pudo haber sido la puerta de acceso a la ciudad prehispánica amurallada, entonces se tiene la certeza que por ahí entró Hernán Cortés.