Por Alondra Aguilar y Anahí Medina
Coatepec, Ver.-Como el árbol sagrado en la cultura prehispánica que lleva su nombre y que, al mismo tiempo, es su emblema, La Ceiba Gráfica se ha consolidado en más de una década como un centro tradicional de producción de enseñanza, investigación, exposición en técnicas sustentables de grabado y litografía.
En la ex hacienda de La Orduña, a 10 minutos de la Ciudad de Coatepec, se encuentra este espacio artístico, al que año con año llegan artistas a las residencias y estudiantes de otras partes del país para tomar clases y comercializar su arte.
En la fachada de éste espacio dedicado al fomento de la creación artística se puede observar una gran ceiba, un árbol grande, frondoso con raíces tabulares, que hace recordar lo antiguo del inmueble.
Por sus espacios han pasado grandes artistas, locales que han crecido e internacionales que han llegado a incrementar su técnica y conocimiento de la litografía. El pintor Edgar Cano (con más de 200 litografías realizadas en este espacio), Uriel Marín; así como Daniel Bergman y Lucia Prudencia, son solo algunos nombres de grandes creadores veracruzanos en las artes plásticas.
La preservación, la conservación de la cultura, del origen mismo de los libros: La imprenta de Gutemberg, es el objetivo principal de este centro. A través de la litografía, procedimiento de impresión ideado en 1796 y hoy casi en desuso, se obtienen y duplican las obras artísticas.
Se trata de un proyecto autónomo y autosustentable cuyos principios se basan en el trabajo colectivo, el uso de recursos locales y la integración de distintos tipos de conocimiento.
“La cultura no es una actividad comercial, es más bien un servicio que eleva la calidad de vida de las personas, buscamos estrategias que nos hagan depender de nuestro propio esfuerzo”, comenta el coordinador de desarrollo y producción, Per Anderson.
Los fundadores tenían claro que conseguir los materiales y maquinaria necesaria para echar a andar el proyecto no sería fácil y que se necesitaría mucho capital, ya que al menos las prensas tenían un precio de 22 mil dólares, explica.
Litografía a la veracruzana
A lo largo de su trayectoria, Per Anderson ha desarrollado nuevas tecnologías sustentables de la litografía mexicana que han sido aplicadas en diversos talleres de México.
Después de todas las investigaciones y pruebas que el artista sueco realizó durante años, se dio cuenta que la mayoría de los materiales necesarios para llevar a cabo talleres de litografía, se podían encontrar dentro de nuestro Estado.
Entre sus descubrimientos el artista encontró que las piedras litográficas de Alemania, se puede reemplazar por el mármol mexicano que se puede obtener de Tatatila ,Veracruz; mientras que de la costa de Alvarado se puede encontrar una arena sílica dura que sirve para pulir el mármol.
Con la cáscara de la naranja de Martínez de la Torre se puede extraer un terpeno para lavar la imagen, relata el maestro.
El cuero para los rodillos utilizados en el proceso de litografía se preparan en Orizaba y en las panaderías de Coatepec se consigue un pigmento negro que se utiliza para hacer las crayolas, además con el cebo de borrego se pueden hacer lápices litográficos.
Al obtener todos los materiales de Veracruz, los costos son más bajos y es más fácil hacer litografía.
Dentro de sus instalaciones se pueden encontrar los talleres de grabado en metal, de papel, de Moku Hangay de producción litográfica.
“Hay más de 40 talleres creados en todo el país donde se utilizan las tecnologías que hemos desarrollado aquí”, comenta Anderson.
Horarios de atención al público a galería y tienda
Lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas.
Sábados de 10:00 a 14:00 horas.
Entrada gratuita