Don Manuel Rocha Urrutia, una vida al servicio de reparación de máquinas de escribir mecánicas
Por Édgar Escamilla
Poza Rica, Ver.-El sonido del golpeteo de las teclas desde el cubo de las escaleras llama la atención, es inusual en estos tiempos escuchar ese sonido característico de lo que fuera una de las herramientas básicas para el periodismo -y de la mayoría de las profesiones- desde finales del siglo XIX, hasta que fueran desplazadas por los ordenadores.
Ahí, en ese pequeño espacio se encontraba Don Manuel Rocha Urrutia, técnico en máquinas de escribir, quien a sus 74 años continua recorriendo los municipios de la zona norte de Veracruz para darle mantenimiento a las pocas máquinas que persisten en los ayuntamientos.
Destornillador en mano, ajusta con gran precisión los mecanismos de acero que hacen que cada golpe sobre las teclas impulse los caracteres hacia la cinta. ¡Listo, ya quedó!, exclama.
Don Manuel es técnico en reparación de máquinas de escribir desde los siete años; aprendió el oficio en un taller que se ubicaba allá por la avenida Juárez, de la colonia 27 de Septiembre, en Poza Rica. Recuerda bien las palabras de su madre: “Vete a aprender algo al taller para que tengas de que vivir”.
Es oriundo del municipio de Castillo de Teayo, de donde migró su familia a la entonces Capital Petrolera de México, atraídos por la bonanza que representaba el oro negro extraído de las entrañas de la tierra.
A la edad de 12 años recibió su primer tarea fuera de Poza Rica, tenía que trasladarse a la ciudad de Tuxpan, a las instalaciones de la empresa Coca Cola para realizar el mantenimiento de sus máquinas de escribir.
“Yo tenía mucho miedo, bastante miedo. La razón era que no viajaba yo lejos, pero me dijeron: tú ve, ya sabes… Así que fui a mi primer chamba ya foránea”, comparte con un toque de nostalgia.
Hace algunos años eran hasta 10 técnicos los que se dividían el trabajo en escuelas, bancos, Pemex; aquellos tiempos en los que hasta las sumadoras eran mecánicas.
Con la llegada de las computadoras y la renovación de los equipos en las empresas e instituciones públicas, se fue poco a poco reduciendo el campo laboral. Los técnicos en reparación de máquinas de escribir fueron desplazados rápidamente por los ingenieros y técnicos en sistemas computacionales.
A sus 74 años vive solo con su esposa, sus hijos de vez en cuando lo acompañan cuando tiene que salir a algún municipio apartado, pero ninguno siguió sus pasos.
Reconoce en algún momento llegar a sentirse desplazado, pero a su edad ya no quiso actualizarse y aprender la reparación de las nuevas máquinas computarizadas, pero con las pocas máquinas de escribir mecánicas que existen, se mantiene activo y generando ingresos para su familia.
El paso de los años ha sido implacable y cada vez le cuesta más trabajo desplazarse, por un dolor en las rodillas, pero aún así recorre los municipios de Tecolutla, Zamora, Papantla, Poza Rica, Coatzintla, Álamo, Tihuatlán , Castillo de Teayo y Cazones, en Veracruz; pero también Venustiano Carranza, Villa Lázaro Cárdenas y Villa Ávila Camacho, en Puebla.
Aunque escasas, aún quedan algunas en casas, escuelas y otras dependencias… si alguno de nuestros lectores necesita de los servicios de un técnico para devolver a la vida sus máquinas de escribir, pueden contactar con Don Manuel Rocha, al teléfono 7821061629, de la ciudad de Poza Rica.