Miguel Ángel Contreras Mauss
Córdoba, Ver. –
Durante las largas jornadas sentado en una mesa, Joe Gómez inicia un diálogo entre murmullos con algunas figuras religiosas maltrechas que conducen simbólicamente a la salvación.
En los laberínticos pasillos del Mercado Revolución de la llamada Ciudad de los 30 Caballeros, el artesano implora a las santas imágenes que le permitan regresarlas a su hogar para seguir haciendo milagros.
Con resinas, pegamentos, pinturas y sus sentimientos vuelve a dar vida a efigies maltrechas del Niño Jesús, Vírgen de Guadalupe, Sagrado Corazón de Jesús, San Antonio Abad y hasta a San Judas.
“La conexión que tengo con los Santos me lleva a platicar con ellos para que se dejen reparar”, dice sonriente mientras limpia sus utensilios para comenzar a trabajar en una estatuilla.
Desde hace once años devuelve la “vida” a las figuras centro de oración y culto de familias enteras. Con sumo cuidado reemplaza pedazos, rellena huecos y elimina fisuras.
Se dedicaba a la laminación y la pintura con su hermano, pero gracias a su esposa, quien vende artículos religiosos, rectificó y tomó el camino de lo divino.
“Mi esposa me dice: háblales, platícales para que se dejen componer. Así que yo les digo: dame permiso de poderte componer para que te vayas con tu dueño y así puedas seguir aliviando sus pecados, problemas o su suerte o simplemente alegrándoles la vida”, dice.
Para Joe cada imagen tiene su valor sentimental y entiende que para sus clientes son tan importantes como su vida misma.
Una de las más antiguas que ha reparado, fue un Santo de más de 130 años de antigüedad, del cual – asegura-quedó como si hubiera sido creado recientemente.
Ser restaurador de imágenes y devolverle la vida a esas estatuillas santas, afirma, le ha dejado una satisfacción en el alma.
En el incendio del pasado 31 de enero, el cual consumió varios locales incluyendo el de su familia, perdió varias de sus herramientas, pero mantiene las ganas y el amor por el oficio.