Víctor M. Toriz
Veracruz, Ver.- Después de hora y media de navegación por mar abierto, embarcándose en la tradicional playa de Villa del Mar, se vislumbra entre la bruma una pequeña isla cuya blancura contrasta con el azul del agua y del cielo.
A la distancia el lugar da una sensación de quietud que solo es interrumpida por las olas que se levantan en la superficie del arrecife Pájaros, dentro del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzana.
En sentido contrario el motor de la lancha va dejando el rastro de la espuma que se pierde con las diminutas figuras de edificios y grandes palmeras en la línea costera de la ciudad y puerto de Veracruz.
El sitio es conocido como Cancuncito, un cayo de arena y coral quebrado, que la mayor parte del año aparece de forma caprichosa sobre la superficie del agua para recibir a los turistas atraídos por la versión de un oasis entre la Isla de En medio y de Sacrificios.
La arena blanca y el mar color turquesa, son los atributos que pescadores lancheros encontraron para justificar el nombre que le pusieron y que por ahora llama la atención de los visitantes.
Cancuncito es un cayo que se formó con los años, con la fuerza de las corrientes y el paso de huracanes, que arrastraron la arena hacia un punto que antes tenía entre 15 y 30 metros de profundidad.
Al llegar al lugar, los turistas tienen la oportunidad de bajar de las embarcaciones para sentir la arena finita en los pies y el viento de altamar en el rostro, mientras disfrutar el esplendor del sistema arrecifal que se extiende frente a las costas de Veracruz, Boca del Río y Alvarado.
En este punto del recorrido los visitantes pueden caminar con el agua a los tobillos mientras las olas se rompen en la orilla y los peces de colores se acercan a ellos para pasar entre sus piernas.
Los lancheros dan la oportunidad a sus pasajeros para nadar por espacio de una hora en las aguas que rodean la isla, mientras disfrutan con snorkel el paisaje submarino del arrecife.
En este paraíso está prohibido tomar arena, conchas de mar o trozos de coral, lo único que se permite es disfrutar de la quietud y del pequeño oasis en medio de las islas verdes frente al mar de Veracruz.