Miguel Ángel Contreras Mauss
Córdoba, Ver. – Los esbeltos troncos de la flor izote adornan los linderos de las casas en la época de lluvias y con el tiempo se convirtieron en un distintivo de la regional central de Veracruz.
Los ancianos aseguran que la planta comienza a florecer entre junio y julio con la llegada de las lluvias, pero sobre todo atraídas por los truenos de las tormentas eléctricas en las montañas.
En la comunidad de Río Seco, en las entrañas del municipio de Amatlán de los Reyes, los izotes florecen poco a poco y en diez días estarán listos para sumarse a la gastronomía local en forma de tamales o del famoso tezmole de flor de izote con espinazo de puerco o pollo, éste último un aromático caldo.
En el pueblo -se dice como una leyenda- debe ser una mano “santa” la que corte el tronco del ramo, pues de lo contrario se pone amarga al cocinarla.
“No cualquiera pueda cortarla, es todo un arte, si la cortas mal o no la sabes cortar sabe amarga. Por eso debe ser una mano santa”, afirma. Yessica Urbina, quien lleva preparando el platillo por más de una década.
La flor blanca no rebasa los 30 centímetros, cada ramo llega a tener entre 30 y 40 florecillas y dependiendo el tamaño son separadas con sumo cuidado. Y debe permanecer intacta para la hora de cocinar.
“Deben tener cuidado pues hay flores que llegan a estar casi a los tres metros de altura”, agrega la especialista,
Aunque son múltiples platillos en los que se puede cocinar, el más típico de la región es un tezmole de pollo o cerdo, acompañado de bolitas de masa de maíz y tortillas de mano con salsa macha.
Al hervir el caldo se combinan los aromas que abren el apetito de cualquiera. La flor de izote añade a los platillos un toque especial que se disfruta desde la época prehispánica.
Antaño se recolectaba en el monte, sin embargo, ahora por su escasez y su gran demanda, es comercializada y cada ramo puede llegar a costar hasta 50 pesos, según el tamaño.
Muchos aseguran que cuenta con propiedades depurativas y antiinflamatorias articulares, que alivia la colitis, calma la tos (en forma de té) y es bueno para dar masajes en zonas del cuerpo donde se llevan golpes y torceduras.