La cascada de Texolo, entre filmes e historias

Édgar Escamilla

Xico, Ver. – En las entrañas de la Sierra Madre Oriental, una espectacular caída de agua que surge de lo alto de un acantilado forma parte de la historia de una nación.

La cascada de Texolo, en el Pueblo Mágico de Xico asentado en el Eje Neovolcánico Transversal, era parte de la travesía del español Hernán Cortés rumbo a la ciudad de Tenochtitlán.

Y con sus 24 metros de caída y su belleza inigualable también fue un escenario perfecto para trascender en el séptimo arte, según un documento académico.

Su cascada  principal de una altura aproximada de entre 18 y 24 metros y  dos más pequeñas, han sido escenario de películas como “Dos bribones tras la esmeralda perdida”.

Además de “Desaparecidos en combate” con el mítico Chuck Norris y “Peligro inminente”, en la que participó Harrison Ford.

La cascada de ricas basálticas que forma  parte de un sitio Ramsar y un humedal continental, es hogar de una vieja instalación hidroeléctrica en desuso y durante algún tiempo formó parte de la ruta del tren entre Xalapa y Teocelo.

Aquí es inevitable no hablar en primera persona: Recuerdo bien la primera ocasión en que visité la cascada de Texolo, que al paso del tiempo ha erosionado la roca basáltica para darle esa forma peculiar forma cóncava.

En aquel entonces era un joven estudiante de preparatoria y habíamos acudido en viaje de excursión; bajamos por las escalinatas, hoy en desuso, hasta llegar al fondo de la barranca, donde el frío que provoca la humedad comenzaba a calarnos.

Años más tarde he vuelto acompañado de mi familia, encontrando un sinnúmero de puestos de ventas de artesanías y recuerdos variados, incluidas algunas especies de orquídeas sembradas en macetas elaboradas con raíces.

Hay que caminar un largo trecho para poder llegar hasta el bordo y después comenzar el descenso a través de un estrecho sendero, en el que debes orillarte si te topas a alguien mas en contraflujo.

Cada paso te acerca más a la naturaleza, puedes observar los altos árboles propios del bosque mesófilo, el trinar de las aves y conforme vas bajando, la temperatura igual comienza a descender, aunque el sol se encuentre en su máximo esplendor.

Desde lo alto puedes apreciar la imponente caída de agua y escuchar el estruendo que genera al golpear las rocas del fondo. Abajo, un salto menor es el sitio preferido por los visitantes para descansar, meterse al arroyo y tomarse fotografías.

La cascada de Texolo es uno de los sitios de la geografía veracruzana que todo nacido en estas tierras debería conocer algún día, y un destino obligado para los amantes del turismo de aventura.

 

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