Víctor M. Toriz
Veracruz, Ver.- De la fila de árboles centenarios que sobreviven sobre la alameda Salvador Díaz Mirón, en el corazón de la ciudad de Veracruz, los jarochos identifican perfectamente a uno, el árbol que lleva pintado un bikini.
A finales de la década de 1990, el pintor y escultor Faustino Portilla Pineda decidió tomar el pincel para modelar la figura femenina en el tronco de la Pochota, aprovechando la forma caprichosa que la naturaleza dio a la imponente planta.
El árbol del bikini, cuya edad podría pasar los 100 años, se convirtió desde entonces en referente del folclor jarocho, punto de encuentro para manifestaciones sociales y políticas, lo mismo que el motivo para que cualquier transeúnte porteño o turista se detenga a tomarse una fotografía.
Casi 30 años después, el mismo artista encontró un árbol muy parecido en la avenida Simón Bolívar, algo que confiesa le pareció que no podría ocurrir de nuevo en la misma ciudad.
La casualidad que encontró en la naturaleza lo motivó para que emprendiera un trabajo de siete horas para elaborar una segunda pintura del árbol del bikini, utilizando materiales que no dañaran a la ceiba.
Para Faustino Portilla la figura que dibujó en el árbol le remite a su infancia en las playas de Veracruz junto con su madre, quien disfrutaba nadar utilizando un bikini parecido al que dibujó.
En los primeros años de su vida, su madre le enseñó, de forma empírica, a caminar en el mundo de las artes plásticas, mezclando colores y utilizando técnicas básicas para sus primeros cuadros.
A diferencia de él, ella no se instruyó en ninguna escuela de artes, pero disfrutaba de pintar.
“El lenguaje y el distintivo de mi obra no es en un momento dado para que se sexualice, pero podría sugerirse en poner un texto en el que diga que se respeta a la mujer, que vino al mundo para ser libre, para ser amada, para ser respetada, porque esa es mi manera de pensar.”
El artista cuenta que creció en un hogar en el que la jefa de la casa era justamente su madre, por lo que entendió desde niño que una mujer puede realizar las mismas funciones que un hombre para sacar adelante a su familia.
Por eso el árbol que dibujó tiene una figura femenina, ya que es un homenaje a su madre, insiste.
“Mi mente está más preocupada en lo artístico que pensar en el morbo que se puede generar en un momento dado, lo que ejerce el feminismo no estoy en favor ni en contra, yo, al contrario, apoyo a las mujeres y estoy en contra de quienes incurren en agresiones hacia ellas”.
Pocas personas saben que Faustino Portilla es el artista detrás de los dos árboles del bikini en el puerto jarocho, en el imaginario los dibujos fueron obras de vecinos.
Sin embargo, el artista con más de 20 años de experiencia es autor desde el año 2000 de la figura conocida como “El Mal Humor”, que cada año se quema en la ceremonia de apertura del Carnaval de Veracruz.
Otros trabajos que el artista puede presumir son esculturas en arena que ha modelado en diversas playas, así como esculturas en arcilla y pinturas con diversas técnicas que ha exhibido en galerías.
El proyecto que Francisco Portilla Pineda planea para este mismo año es el inicio de un conjunto escultórico que podría hacer realidad el primer Museo de Arte Subacuático en Veracruz, cuya creación afirma está por concretarse con la autorización de autoridades marítimas y ambientales.
En todas sus obras, afirma, lo que busca es reflejar la identidad jarocha y destacar la importancia histórica del primer puerto de América, como un homenaje a su familia, amigos y raíces.