Miguel Àngel Contreras Mauss
Córdoba, Ver.- Las montañas, cascadas, bosques y despeñaderos, con sus formas irregulares y abruptas, forman parte de un escenario natural, un reducto de un Veracruz mágico.
La sierra de Ixhuatlán del Café, pasando por Ocotitlán, solo es el preludio de un sitio que enamora a los amantes de la naturaleza y convierten al lugar en un refugio familiar.
A una hora con 45 minutos de Córdoba, sobre terrenos del municipio de Tepatlaxco, Rancho Aurora forma parte de un conjunto de espacios turísticos que en los últimos años se han convertido en una nueva opción para vacacionistas amantes del contacto natural, con nuevas formas de distracción y descanso en medio de tradiciones regionales.
“Aquí podrán encontrar objetos de madera, café, antigüedades”, describe el encargado del lugar, Claudio López Jácome.
El pasado histórico del municipio se mira desde el museo local, con objetos donados que fueron utilizados por los primeros pobladores que aprendieron a vivir de la montaña y del bosque.
Ideal para el senderismo, con sus pequeñas pendientes y un nacimiento de agua que arrulla a cualquier alma acelerada. Una tirolesa, un recorrido por las alturas con una vista que inunda el alma.
“Unas bonitas cabañas muy acondicionadas para hospedarse y disfrutar de una estancia más duradera, hay una en especial que es la que está al final del Rancho dónde tiene un hermoso mirador”, describe.
Los más atrevidos no pueden irse sin disfrutar un columpio que permite volar, mimetizarse con las aves que deambulan el lugar en solitario o en parvada.
“Te relajará y podrás meditar un momento”, dice. El puente colgante y conduce hacia un mirador surrealista sobre un frondoso árbol. Una libertad total.