*Tiene sus variantes de acuerdo a cada región del país, pero sus ingredientes básicos son la harina de trigo, manteca, agua de azahar, raspadura de naranja y el cocimiento de anís.
Óscar Sánchez
Xalapa, Ver.- Un pan en forma semiesférica, con cuatro canillas que simbolizan la muerte, anuncian el Día de Muertos, una de las festividades más importantes de la cultura mexicana.
La fiesta, vinculada a las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos, va aparejada con las ofrendas que se llenan de colores, sabores y olores de una cultura gastronómica con raíces prehispánicas y españolas.
Decorado con azúcar blanca o teñida con anilina solferina, el pan de muerto tiene sus variantes de acuerdo a cada región del país, pero sus ingredientes básicos son la harina de trigo, manteca, agua de azahar, raspadura de naranja y el cocimiento de anís.
Acuyo, taller de cocina tradicional mexicana, nos comparte la receta del tradicional pan de muerto.
Ingredientes:
300 gramos de harina de trigo
100 gramos de mantequilla
25 gramos de manteca de cerdo
75 gramos de azúcar granulada
10 gramos de levadura
6 huevos
1 cucharada de agua de azahar
1 cucharada de anís concentrado
Sal
Procedimiento:
La levadura se disuelve en un poco de agua tibia y después se agrega una poquita de harina para formar una pastita suave. Ya todo bien amasado se tapa y se deja reposar en un lugar tibio. Se sabrá que estará buena para usarse cuando haya subido al doble de su tamaño.
Se cierne la harina con la sal y se coloca en una tabla de amasar, sele hace una fuente y ahí se agregan todos los ingredientes y la levadura ya preparada; se amasa de tal forma hasta que despegue de la tabla o mesa. Entonces se pone en una cacerola engrasada con manteca, se tapa con un lienzo y se deja reposar en un lugar tibio hasta que aumente el doble de su tamaño.
Luego se vuelve a amasar un poco y se parten los panes del tamaño que se desee. Con otro pedacito de pasta se hacen los adornos conocidos como huesitos y se cubren con azúcar granulada espolvoreada.
Se mete al horno a 350 grados y ya que subió la masa y ha empezado a dorarse se le baja un poco la temperatura hasta que esté cocido el pan.