Arantxa Arcos
Veracruz, Ver.- “Cucho”, un tigre de bengala, pasó de quedar casi paralítico en Veracruz a vivir en libertad en el Santuario The Wild Animal en Denver, Colorado.
Sus enormes garras estaban dañadas, el semblante rudo del felino de 120 kilos vivía en exhibición en el zoológico de Veracruz “Miguel Ángel de Quevedo” cerca de un lago y junto a un lince de enormes ojos azules, en la costa veracruzana.
Era 2014 cuando fue retirado de su jaula para pasar a un área privada donde turistas no lo admiraban. La enfermedad que padecía era “mielopatía”, la cual afecta el sistema nervioso causando inmovilidad de las extremidades traseras.
Durante cuatro meses solo lo visitaron médicos para tratar con minerales, calcio y una modificación a su dieta alimentaria, evitando que avanzara el padecimiento que alcanza la inmovilidad de hasta el 95 por ciento del cuerpo.
Su mejoría fue reportada a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) quien decidió trasladar a “Cucho” de Veracruz a un Centro de Investigación de Fauna Silvestre (CIFS) en la ciudad de Pachuca, conocido como el Bioparque de Convivencia.
Allí, continúo la atención médica y hasta psicológica, como si fuera humano. La estancia fue temporal y emprendió otro viaje lejos de México, en la mayor reubicación de animales de vida silvestre en la historia de Latinoamérica.
“Cucho” subió un avión tipo casa 295 con seis leones, 7 tigres, 1 jaguar, 2 linces, 1 puma, 2 leopardos, 1 oso, 1 coyote, 2 monos arañas y 1 pecarí para llegar al The Wild Animal Sanctuary, ubicado en Denver, Colorado. El traslado fue denominado “Viaje a la Libertad”.
La experiencia la vive con “Panchito”, “Basthed”, “Yoya”, “Frida” y “Diego”, tigres de bengala; las leonas “Güera” y “Ágata”; el leopardo “Kiro” y los jaguares “Negrita” y “Manchas”, que sufrieron algún maltrato en México.
Cuando salió de Veracruz, “Cucho” dejó a su familia que murió en cautiverio por extrañas razones, Las crías que procreó con “Preciosa”, “Garrita y “Vera” murieron en los tres años que vivió en el zoológico.
A sus casi doce años, “Cucho” está viviendo sus últimas experiencias de vida en libertad, en Estados Unidos.
