Ángel Cortés Romero
San Andrés Tuxtla, Ver.- Como una oda a la composición de Agustín Lara, Punta Roca Partida es un rinconcito donde hacen su nido las olas del mar, rinconcito de patria que sabe reír y cantar.
Bajo un cielo jamás visto, repleto de nubes grises como barcos de plata que avanzan por espumas de coral, arden almas de pirata con la fuerza del astro rey.
A 500 años del arribo de los primeros españoles a tierras veracruzanas, Punta Roca Partida aún guarda su belleza cuasi virgen que cautivó a los conquistadores.
Su encanto se guarda dentro Los Tuxtlas, en la última selva húmeda del norte de América, como un tesoro escondido por piratas.
Las vastas praderas verdes regalan, desde las alturas, fotografías que sólo el ojo humano es capaz de captar y guardar en la memoria del corazón
Punta Roca Partida es una zona de acantilados ubicada en Arroyo de Lisa, una comunidad costera del municipio de San Andrés Tuxtla.
Gracias a su paisaje enmarcado por una frondosa vegetación y nubes grises, que por las noches corona una luna de plata, hay quienes comparan sus acantilados con los escoceses.
La comunidad de Arroyo de Lisa se encuentra a aproximadamente 80 minutos de la cabecera municipal de San Andrés Tuxtla. Para llegar es necesario trasladarse desde San Andrés Tuxtla al municipio de Catemaco a través de la carretera federal 180.
El siguiente paso es tomar la carretera estatal por Catemaco hasta el poblado de Arroyo de Lisa, donde los acantilados tienen morada.
Debido a su población de apenas 300 habitantes y su lejanía de la zona urbana, en el lugar sólo reina el ruido del oleaje marítimo.
Para ir a Roca Partida, la zona de acantilados. se puede partir desde la playa de la comunidad a través de un viaje en lancha o una caminata. Un sendero de tierra conduce hasta la cima de los despeñaderos, donde se observa el edén tuxtleco formado por el choque de lava con el mar.
Los riscos también se dejan ver a bordo de una lancha, en medio de un paseo en el que la naturaleza es protagonista.
Una guarida escondida entre los acantilados de follaje verde y umbrío es otro de los atractivos turísticos de Roca Partida.
Según la leyenda, “La Cueva del Pirata Lorencillo” era el lugar donde Laurens de Graaf, un pirata de origen holandés escondía al botín de los barcos que asaltaba en el Golfo de México.
Es un lugar predilecto para el ecoturismo; perfecto para el buceo, el rapel, la equitación y senderismo hasta el faro de la comunidad, una construcción antigua con estilo colonial. El recorrido despierta el apetito, pero para saciarlo los habitantes de la comunidad se pintan solos.
De vuelta en la playa de Arroyo de Lisa, disfrutar los exóticos mariscos y pescados de la región es indispensable.
Roca Partida es una aventura para vivirla con calma y gozo, por lo que los turistas pueden acampar en la playa e incluso rentar cabañas para seguir disfrutando cuando el sol se pone en oriente. En su majestuoso paisaje, aún siente las fuertes pisadas de los conquistadores y los gritos de victoria de los piratas.
Con sus imponentes riscos y el cristalino azul de sus aguas, miles de turistas de todo el globo atestiguan con asombro la maravilla enclavada en Los Tuxtlas, región encantada.