Arantxa Arcos
Veracruz, Ver.- Sin polvos mágicos, ni palabras emitidas son pronunciadas para que Luna, una yegua criolla, genere magia hacia personas con alguna discapacidad física, motriz o psicológica.
El acto cósmico inicia cuando Luna sale de un establo compartido con otros caballos resguardados en la “Fundación Yaritza, Movimientos que curan”, a unos metros del mar y la zona portuaria de Veracruz.
Ella no habla, emite sonidos comunes de su especie para conectarse con su jinete o paciente, allí, consuman el binomio perfecto.
Al montarla genera un equilibro energético activando un chacra manipura, que es el balance del intelecto, también denominado precto solar que es el autocontrol.
Al dar un paso, Luna mueve dos mil 500 músculos emitiendo una onda vibratoria que recibe el jinete, ésta sube por la columna y termina en el cerebro, fortaleciendo neuronas débiles. Sus emisiones no curan pero rehabilitan al paciente.
Ella apoya con 13 terapias diarias enfocadas a discapacidades físicas, intelectual, motriz y psicológica.
Su lomo, como en cualquier caballo, tiene una cruz justo acabo del cuello donde se pronuncia un hueso, allí es donde posan al paciente y coincide con el chacra de los humanos activando un campo magnético.
La yegua de 17 años lleva siete años dando terapia con otros equinos y este jueves fue condecorada por tal labor.
Los vientos del norte por el paso del Frente Frío impidieron que ella disfrutara su festín, la arena cubría sus ojos y alteraba su estado de ánimo.
A diferencia del humano, los caballos sí tienen emociones solo que nos las intelectualízan como nosotros. José Juan Archundia Marín lo llama magia.
Desde que llegó a la fundación, Luna ha brillado como resplandeció este astro en el cielo, justo en su retiro del rancho donde arrastró fierros y comió escasas porciones de alimento.
