Dunas con adrenalina

*Cientos de kilómetros de arena hacen un laberintico espacio que se puede comparar a un desierto, un escenario perfecto para deportes de aventura

Diana Rojas

Chachalacas, Ver.- El sol broncea la playa y a lo lejos la bruma del mar levanta nubes de salitre. Una larga hilera de palapas protege a los visitantes con sombra fresca.

Un pueblo de pescadores llamado Chachalacas se convirtió, gracias a sus postales naturales, en una escapada de la rutina diaria, en una visita obligada a una playa relajante, en un oasis para actividades de aventura y un deleite de su gastronomía típica de la región y paisajes para deleitar la pupila.

Las dunas del Sabanal hacen especial a Chachalacas, seducen a los amantes de la adrenalina, paisajes naturales rodean el espacio entre las ondulantes superficies, más de 500 hectáreas dan la impresión de estar en medio del desierto, pero la brisa marítima recuerda que el mar se encuentra a solo unos pasos de ahí.

Montañas de arena formadas hace más de 10 mil años se levantan como titanes frente al mar, son ideales para pasear en cuatrimoto o motocicleta de todo terreno y practicar sandboarding (surf en dunas de arena).

La diversión es garantizada y siempre se puede aprender sobre la marcha, lo más sencillo será el sandboard, deporte que consiste moverte en la arena y descender a toda velocidad por las colinas sobre una tabla, intentando no perder el equilibrio.

Mientras que surcar los parajes en cuatrimoto o motocicleta exigen mucha más fuerza y habilidad de lo que se piensa.

Cientos de kilómetros de arena hacen un laberintico espacio que se puede comparar a un desierto, descender de las magnificas curvas arenosas llenan de adrenalina a los más intrépidos poniendo a prueba sus habilidades para surcar los terrenos inestables.

“Atravesamos llanuras con la intención de avistar correcaminos y halcones peregrinos, aves que son propias de esta zona, y que están en peligro de extinción, aquí puedes ver un par de ejemplares en su habitad natural cazando o jugando”, describe José Manuel Salinas, mejor conocido como Mane.

El integrante de la agencia Chachalacas Adventure, describe la zona con la pasión, con la pasión de recorrer circuitos de manglares semisecos.

“Hay un circuito dentro de un bosque de casuarinas que hace un contraste bastante interesante, entre dunas, playa y de pronto un bosque.  Después empezamos a descender dunas que van desde 10 metros hasta 60 metros”, comentó Mane.

Y, para saludar a las aves es posible volar en parapente, aunque la subida con el equipo no es fácil, se compensa cuando desde el cielo se vislumbra las dunas, la cordillera que inicia desde la playa Farallón y algunas zonas de La Mancha.

También hay actividades más tranquilas como paseos a caballo y recorridos por el río Actopan, el cual desemboca en esta zona de la costa.

Como buen sitio costero la comida típica está basada en mariscos y pescados, los sabores picantes con bebidas frescas a la orilla del mar son verdaderamente afrodisiacos. Las palapas ofertan renta de mesas, comida, bebidas y regaderas.

 

 

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