El popo: espumosa tradición

*En los alrededores del mercado central Rafael Fernández Ochoa, se ubica “Popos y tamales doña Tere” con más de 36 años de antigüedad

Nadia Carrión

Cosoleacaque, Ver.-  En una peculiar jícara se conserva la cultura, se concentra el sabor, olor y color de toda una comunidad que lucha para preservar sus raíces. Una bebida espumosa  que se preserva en esta región de Veracruz.

El popo: bebida prehispánica, hecha a base de maíz o arroz, cacao, canela, chupipi o “bejuco de axquiote”, su método de preparación suele ser laboriosa ya que todo va al tueste de manera artesanal, por último se le agrega hielo.

Cosolecaque sigue preservando la cultura, aún se toma el popo en recipientes llamados jícaras, proviene del náhual Xicalli, que significa vaso hecho de la corteza del fruto de la güira.

En los alrededores del mercado central Rafael Fernández Ochoa, dónde cientos de campesinos ofertan sus productos, se ubica “Popos y tamales doña Tere” con más de 36 años de antigüedad.

Cientos de lugareños llegan a disfrutar de la riqueza gastronómica del municipio y la fundara Doña Teresa Alfonso Martínez de 79 años, mantiene vivas las tradiciones.

En un amplio patio de una vivienda, se instalan desde las 5 de la mañana; y donde constantemente pasan ciudadanos a realizar sus compras, el olor de la  bebida y de tamales emerge como una pócima que engancha.

Durante las fiesta tradicionales se acompaña con tamales, ya sean de masa cocida, chipil, elote, rajas, chanchamitos, mole etcétera. El popo, bebida espumosa y refrescante que se realiza durante todo el año en el municipio, se resiste a morir.

 

 

 

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