*La tía Cayita es un ícono de la cultura en Cosoleacaque y en todo el sureste: habla náhuatl y castellano de manera fluida, imparte talleres de tejido y de barro, pero su fuerte es el telar de cintura
Nadia Carrión
Cosoleacaque, Ver.- Con unas ágiles manos arrugadas por la edad, ojos llenos de alegría, voz firme y una sonrisa en su rostro, recibe la “Tía Cayita” a los visitantes en su hogar.
En un callejón del barrio primero de Cosolecaque, se divisa la menudita figura de una mujer con pies descalzos por comodidad y costumbre, con un carácter humilde, paciente, tenaz y jovial.
Aquí las personas llegan a aprender a tejer en la vida, tejer fajas, rebozos, refajos, blusas, manteles, caminos de mesa… una técnica prehispánica del telar de cintura en pleno siglo XXI.
La tía Cayita, como le dicen de cariño, responde al nombre de Elocadia Cruz Gómez, oriunda de Cosolecaque, tiene 90 años de edad y goza de buena salud. Proviene de un familia longeva, su madre la señora María Santa Gómez González murió a la edad de 105 años.
Doña Elocadia es un ícono de la cultura en Cosolecaque y en todo el sureste: habla náhuatl y castellano de manera fluida, imparte talleres de tejido y de barro, pero su fuerte es el telar de cintura.
Lucha por preservar la técnica prehispánica que aprendió a la edad de 8 años, viendo a su madre trabajar.
“Cuando yo empecé había 3 señoras que sabían, ya estaban también ancinas, ya no trabajaban, ya yo entonces seguí y seguí. Ya lo ví que a la gente le gusta y seguí”, cuenta.
Ya perdió la cuenta de los reconocimientos que ha recibido, desde el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en la categoría de artes populares en el 2006, hasta el reconocimiento por más de 50 años de trayectoria en la promoción y enseñanza del tejido en telar de cintura en el Cuarto Festival Anual de Textiles.
Cuando tenía 88 años, viajó con un grupo de artesanos a la Feria Internacional de Turismo en España 2019, donde fue reconocida por utilizar una técnica prehispánica en pleno siglo XX.
“Estar en España y Roma es como estar en un bendito refri”, afirma sonriendo. Se llena de orgullo porque en Europa se interesaran en su trabajo y causara admiración a su arte. La calidez de los asistentes -subraya- le ayudó a soportar el frío.
“Tía Cayita”, a sus 90 años es regidora del Ayuntamiento de Cosolecaque y no hay ciudadano de Cosolecaque que no la conozca; es común ver en el pueblo murales con el géntil rostro de Elocadia realizados por artistas locales.
Cosolecaque lucha por preservar su cultura, atesora a las personas oriundas del municipio y recientemente fue creado un pabellón cultural, único en toda la zona sur, donde participaron artistas para embellecerlo.
Ahí una escultura de “Tía Cayita”, bautizada como la “tejedora de aves”. Una obra del escultor Rigoberto Ramírez Villalobos, quien la inmortalizó sentada en un telar de cintura.
Elocadia tuvo 12 hijos, 11 varones y una sola mujer de nombre Cosme Torres Cruz, quien también aprendió todo lo que sabe su madre. Ya ni recuerda cuántos nietos tiene, pero estima que 50, 20 bisnietos y 10 tatarenietos.
En una pequeña y fresca casa de caña de otate pasa sus ratos libres, a su lado Juan de Jesús Lara Torres de 11 años, su bisnieto, quien aprendió a hacer telar de cintura y reboso. Hoy teje al lado de la matriarca.
“Gracias a Dios yo me siento tranquila, buena, si me había enfermado, pero gracias a Dios me compuse, y adelante hay mucha gente que me quiere, que me busca”.