*En el edificio de Orizaba, catalogado como una de las principales obras del siglo XIX, se respira un pasado que vuelve al presente
Miguel Ángel Contreras Mauss
Orizaba, Ver. -Un edificio, construido hace ocho décadas, se convirtió en un punto de referencia para un pueblo, un Pueblo Mágico llamado Orizaba, un lugar lleno de historia, misticismo y bellezas naturales de las montañas.
Por su dimensión y su forma, es conocido como el Castillo de Orizaba y en sus entrañas guarda los secretos de la familia Mier, cuyo linaje español se extendió a diversos territorios del continente americano, pero también pedazos de historia de la región.
El diseño arquitectónico y la magnificencia del edificio -catalogado como una de las principales obras del siglo XIX en Orizaba y patrimonio cultural de Veracruz-, es una combinación perfecta con sus jardines, árboles y arbustos con figuras y su majestuosa fuente.La construcción de estilo ecléctico, con su piedra de cantera y el remate de sus arcos, hoy es conocido como Poliforum Mier y Pesado, hogar de museos, espacios para recordar el pasado y asentarse en el Siglo XXI.
Una sala de oración con la imagen de la Virgen de Guadalupe, contrasta con un memorial a Don Quijote de la Mancha y un espacio dedicado exclusivamente al compositor de música Infantil Francisco Gabilondo Soler Cri Cri.
Como si se tratara de una transmisión de radio de los años cuarenta, en el recinto suena la música acompañada de las historias infantiles de Francisco Gabilondo Soler “Cri Cri”, con las que crecieron varias generaciones de mexicanos. Los personajes de La patita, El ratón vaquero, La muñeca fea y Los tres cochinitos, cobran vida en el Museo de Cri Cri.
Con los años, el Poliforum es uno de los símbolos más emblemáticas de Orizaba, ciudad que ha sido reconocida por la comunidad de viajeros como el “Mejor Pueblo Mágico” durante tres años seguidos.
Fue Doña Isabel Pesado de la Llave, Duquesa de Mier, quien ordenó la creación de esta obra de asistencia social en memoria de su difunto esposo y del único hijo del matrimonio, quien murió a los pocos días de haber nacido.
Antes de morir, la Duquesa de Mier nombró como albacea a su hermana Doña Trinidad Pesado de Rubín, para que diera cumplimiento a sus disposiciones testamentarias, que consistían en la fundación de 2 escuelas para niños, así como 2 residencias para personas de la tercera edad.
Con el tiempo, el edificio pasó a manos de las autoridades municipales, y en el año 2014 fue declarado Monumento Artístico. Construido por el arquitecto Juan Segura, con modelo de pabellón que reprodujo armónicamente cuatro veces a los lados de una nave central para formar una figura que, vista desde lo alto, a algunos les recuerda la de un avión y a otros, la de una cruz de Caravaca.
Una belleza excepcional, en un lugar excepcional.