*Desde 1970, en el Pueblo Mágico de Coatepec, un lugar que deleita con enchiladas, enfrijoladas, enmoladas, picadas gigantes con cecina, longaniza, huevo o queso de hebra
Juan David Castilla
Coatepec, Ver.- Un dibujo caricaturesco está enmarcado en una de las paredes. Pareciera un espejo que refleja el trabajo en la sazón de cada platillo que es preparado con toque casero para que los clientes se sientan como en su hogar.
En la imagen, cinco cocineras, con su respectivo mandil, se encargan del negocio. Dos de ellas atentas a la sartén en la lumbre, una más lavaplatos, otra acondiciona los platillos y la última rellena las jarras con agua frutal.
Casi en la esquina de la avenida Constitución con la calle Terán, en el Pueblo Mágico de Coatepec, hay un inmueble con porte colonial que muestra la relevancia histórica del municipio cercano a Xalapa.
En su fachada se lee: “Chalupas Camino Real”, un restaurante que abrió sus puertas en el año 1970, sobre la calle principal, paso obligado para la gente que ingresa al pueblo después de recorrer el bulevar Xalapa-Coatepec.
“Empezó con las cenas hace más de 40 años, después empezamos con desayunos y comidas, de eso tiene unos 13 años. La comida es muy casera, todo es casero, no lleva nada artificial, todo se prepara con las mejores cosas, como si estuvieras comiendo en tu casa”, comenta Karina Rojas Mora, la encargada.
Al entrar, los comensales se topan con una barra de unos tres metros de longitud, donde las mujeres ponen todo su empeño en busca del mejor sabor en sus antojitos, como enchiladas, enfrijoladas, enmoladas; picadas gigantes con cecina, longaniza, huevo o queso de hebra; así como en sus platillos tradicionales.
Por la mañana, los paquetes de desayuno contemplan un delicioso café de olla, preparado con piloncillo, canela e ingredientes secretos; también pan, jugo de naranja o agua de frutas, huevos al gusto, empanadas, picadas sencillas o enchiladas.
La gente satura las seis mesas que se encuentran en la fonda, propiedad de la familia Mora, un pequeño espacio, de unos seis metros de largo por cuatro de ancho, ampliamente conocido y frecuentado por lugareños y turistas de Xalapa, Ciudad de México y Puebla.
El menú del día puede degustar después de las 13:00 horas, con dos tiempos: una sopa de pasta, crema o sopa de verduras; guisados de pollo, res o cerdo; así como platillos para gente vegetariana, como tortas de papa, zanahoria, coliflor o espinaca.
Las cenas son las más aclamadas por muchos; las consideran una tradición. Se ofertan órdenes de chalupas, una especie de gorditas o picadas ovaladas, preparadas con salsa, frijol y papa, acompañadas de cortes de carne de res, como T-Bone, sirloin y costilla.
El T-Bone es un filete jugoso. La carne tiene un pequeño trozo de hueso, su grosor no debe rebasar los tres centímetros, su sabor es exquisito y le da un plus la pequeña parte de grasa que lo acompaña.
También se preparan cebollinas asadas, queso asado, chiles toreados, guacamole y quesadillas para que los clientes acompañen sus trozos de carne de la mejor manera.
Las trabajadoras crearon el platillo “enfrijoladas bravas”. Llevan chile seco y pueden prepararse con pollo, huevo o queso de hebra, acompañadas de chorizo, crema y cebolla morada.
Aunque la pandemia del SARS-COV-2 (COVID-19) golpeó a la mayoría de los negocios, en “Chalupas Camino Real” continuaron laborando y perfeccionaron sus métodos de venta.
“Ahorita se viene la temporada de chiles en nogada por si gustan pedir”, comenta la cocinera.