*Con el proyecto Cumbres y Costumbres, recopila y rescata historias y cuentos de los ancianos en Maltrata, para luego transmitirlos a las nuevas generaciones
Gisela Uscanga
Maltrata, Ver.- En las entrañas de la antigua población prehispánica de Maltrata, Teresita Ponciano Carrera escucha a los ancianos que guardan en sus memorias las historias pasadas de generación en generación.
Con la tradición oral, la mujer que creó el proyecto Entre Cumbres y Costumbres recopila y rescata esas historias y cuentos para transmitirlas a las nuevas generaciones de su pueblo.
Atraída desde niña a los libros y las historias, gracias a su padre José Manuel Ponciano, Teresita sintió la urgencia de transmitir esa pasión a los habitantes de Maltrata y entonces durante varios años ha recopilado esos relatos.
Al concluir su licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), no duda ni un segundo echar andar todo lo aprendido.
En 2015, a iniciativa propia emprendió el proyecto Cumbres y Costumbres, y con sus cinco libros bajo el brazo, caminó los cuatro barrios que integran Maltrata, llevando cuentos e historias a los niños para enseñarles que este mundo tiene muchas realidades.
Y fue justo la falta de libros lo que impulsó el proyecto de la narración oral. Invitó a los abuelos del pueblo para que fueran a contar las historias y leyendas que había escuchado de sus padres y éstos de sus padres y así hacia atrás en la línea del tiempo.
“Documenté en video todas las historias, los cantos y leyendas que narraban los abuelos, después las documenté que resultó en una antología llamada Historias que nos Cuentan, contiene 15 historias y fotos de la comunidad”, recuerda la chica de 31 años con especialidad en la enseñanza de la lengua y la literatura.
A seis años de nacido Entre Cumbres y Costumbres, se ha transformado en un Colectivo sin fines de lucro, integrado por propios padres de familia, su hermana Sandra Luz Ponciano y más personas que realizan talleres, círculos de lectura, cuentacuentos y presentaciones y visitas de escritores.
“Actualmente tenemos una sala de lectura en un espacio familiar que se llama Diario Garabato, a la par trabajamos un proyecto de narración oral para recopilar historias de la comunidad”, manifiesta Teresita.
Otro proyecto realizado fue el libro y el documental Historias de las Miradas que narran nueve historias y que suman en total 23 con las de Historia que nos Cuentan.
“Estas 23 historias es una herencia de nuestra cultura originaria, hay historias supersticiosas, de curanderas, de saberes de nuestros antepasados, bailes como el del guajolote donde se improvisaban versos, historias de viajeros cuando pasaba el ferrocarril, vías que ya no existe”, explica Ponciano.
Lo que más satisface a Teresita de esta aventura emprendida, es que los niños disfrutan escuchar las historias de viva voz de sus propios y de otros abuelos del pueblo.
“Me siento muy contenta con esta experiencia enriquecedora, me ha enseñado a ver la vida de otra forma, historias que han chocado incluso con mis propios saberes tan escolarizados. Saber de donde vengo, de como se ha conformado y transformado de Maltrata, me ha hecho valorar los saberes de mis antepasados, conocimiento que debemos compartir con los demás”, relata emocionada.