*Desde la ciudad petrolera de Minatitlán, la poderosa atleta de Jiu-jitsu y judo cuenta con una cosecha de 25 medallas en su carrera deportiva
Nadia Carrión
Minatitlán, Ver.- El combate es su vida. Con 25 años, su cuerpo muestra fortaleza y dureza. Años de luchar cuerpo a cuerpo, de entrenar su mente y alma.
Con derribos, puñetazos, patadas, rodillazos, esquivas, empujones y proyecciones, Denisse Isamar Pereyra Mazariego logró conquistar las grandes ligas del arte marcial japonés Jiu-jitsu e incursionar en el judo.
Como una guerrera japonesa, ha recorrido los 31 estados del país y diversos países con una cosecha de 25 medallas en su carrera deportiva y, sobre todo, alcanzar su desarrollo físico y mental.
“En Judo he llegado solamente a tres nacionales, en Jiu Jitsu llevo cinco nacionales, varios torneos nacionales internos, dos panamericanos y un mundial”, dice, orgullosa.
A los 19 años de edad incursionó en el mundo del judo con el cubano Jorge Luis Ruiz Palacios como entrenador, quien en la Universidad de Sotavento le mostró los secretos enseñó sobre el deporte de combate olímpico.
Y Óscar Pino le enseñó el combate moderno sin armas Jiu-jitsu, que ahora sigue con el entrenador Miguel Patraca.
Ambas disciplinas de la atleta, quien da clases a nivel básico y superior y es entrenadora de judo, le permitieron conocer 31 estados del país, con excepción de Sinaloa, dónde llevará (en Mazatlán) a competir a sus pequeños deportistas en las próximas fechas.
“El judo y el Jiu-jitsu son super importantes para aprender a defendernos, son una muy buena herramienta para defendernos, nos mantiene al manejen en salud”, describe.
La última competencia de Jiu jitsu a la que asistió fue en Colombia, dónde se llevó a cabo el mundial, obtuvo la medalla de bronce; y sus puños y golpes también fueron vistos en en competencias de Cuba y Panamá.
“Hay una persona muy importante, que ha estado conmigo en cada momento, es mi compañero de entrenamiento Gilberto Moreno, ahorita es un campeón mundial de Jiu-jitsu y panamericano. Es mi inspiración para poder seguir.”
Uno de sus principales objetivos es alcanzar la cinta negra en judo en noviembre del presente año, y seguir trabajando para poder ser entrenadora de Jiu-jitsu.
“Como mujer es una puerta que nos tomen en cuenta principalmente, es un deporte de fuerza y fortaleza, es un mundo de varones estar dentro de estos deportes es abrirle la oportunidad a todas las mujeres que creen que no pueden”, expresó.
