*A punto de cumplir 60 años de existencia, el recinto de la ciudad de Xalapa ha visto pasar por sus tablas a artistas inolvidables como Pablo Casals, Dizzy Gillespie, Roby Lakatos, Buika
Anselmo Betancourt
Xalapa, Ver.- El Teatro del Estado tiene un cúmulo de historias en su haber. Grandes artistas, músicos, actores, bailarines, dramaturgos, intérpretes han pasado por ahí.
Cada generación tiene en la memoria algún artista inolvidable que vio en esas salas: Pablo Casals, Dizzy Gillespie, Roby Lakatos, Buika, en fin, decenas o cientos de grandes artistas han dado vida y prestigio a uno de los lugares emblemáticos de Xalapa.
El Teatro del Estado es, pues, no solo un lugar de reunión, sino un centro de formación, un recinto que le ha dado carácter a toda una ciudad.
Aunque la palabra “Teatro” se refiere, en inicio, al arte escénico, por extensión también se denomina teatro al edificio destinado a la representación de obras dramáticas o de algún otro espectáculo artístico.
Desde la época helénica, el teatro está considerado como punto de reunión, como uno de los símbolos de la democracia, como recreación y divertimiento.
A la capital del estado de Veracruz la actividad artística le viene de lejos. Podemos encontrar en las crónicas del siglo XIX –en las de Guillermo Prieto, por ejemplo–, detalles de la vida cultural de Xalapa.
Justo a mediados del siglo antepasado, en las calles de Los Gallos y Ganado (hoy Clavijero y Altamirano) se erigía el Teatro Cáuz, de don Antonio Cáuz; muchos años después, ya en el siglo XX ahí se encontraría el Teatro Lerdo, que después de mudaría a la calle J. J. Herrera.
Pero nos interesa aquí hablar del Teatro del Estado, cuyo anteproyecto –compromiso de campaña del gobernador Antonio M. Quirasco– inicialmente se llamó Teatro de Gobierno del Estado.
Así, en 1959 iniciaba la creación del Teatro del Estado que este 2022 cumple 60 años de brindar a toda clase de público una oferta cultural y educativa que ha formado ya a muchas generaciones, a miles de espectadores de las bellas artes.
En julio de 1959 los ingenieros Jorge González, Mario García y Pablo Boeck presentaron el proyecto “Teatro y Centro de Arte”. Un año, exactamente, los ingenieros trabajaron con un enorme equipo de arquitectos y académicos para dar a la luz las adecuaciones al proyecto y presentarlo el 29 de julio de 1960 como un proyecto definitivo y listo para iniciar su construcción.
En septiembre de 1962, luego de pavimentar las calles aledañas, dar los últimos toques al recinto y tener todo dispuesto para su inauguración, se iniciaron los trámites para que el 7 de noviembre el gobernador Quirasco firmara el acuerdo para que el Teatro del Estado fuera administrado por la Universidad Veracruzana y se convirtiera en la casa de la Orquesta Sinfónica de Xalapa.
El 30 de noviembre el entonces presidente de la República Adolfo López Mateos inauguró el Teatro del Estado, en compañía de los ex gobernadores Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortines. Dicha ceremonia sirvió, también, para que el gobernador Quirasco rindiera su último informe de labores.
En 1971 el gobernador Rafael Murillo Vidal colocó al frente del Teatro una escultura en bronce, y dio oficialmente el nombre al recinto de “Teatro del Estado Gral. Ignacio de la Llave”. Ya desde el 2008 la sala grande lleva el nombre del dramaturgo Emilio Carballido y la sala chica se llama, desde entonces, Dagoberto Guillaumin.