Aby, un lienzo y un rostro

*En un espacio rodeado de naturaleza y un rico olor a pan, la egresada de la Facultad de Artes de la Universidad Veracruzana crea rostros y colores neutros

Nadia Carrión

Coatzacoalcos, Ver.- Amante del rostro humano se ha dedicado a inmortalizar expresiones de quienes la rodean. Aby Amaya se enfocó al realismo con acrílico dándole vida a grandes obras.

“Me gusta mucho el rostro humano, fluye en mi, al pintar un rostro siento que puedo analizar o concentrarme más en la expresión de una persona, en su profundidad y eso me gusta”, afirma.

En sus obras predominan los rostros y los colores neutros, a pesar que sus colores favoritos son brillantes como el naranja, plasmando perfectamente las emociones.

“Para mí la pintura se ha vuelto el medio ideal para expresar mis ideas”, asegura la egresada de la Facultad de Artes de la Universidad Veracruzana, dedicada a la docencia en artes en el puerto de Coatzacoalcos.

Aby cuenta con pequeño espacio en un segundo piso, rodeado de naturaleza y un rico olor a pan que invade el lugar; en las paredes predomina el naranja -su color favorito-, con una cálida iluminación y caballetes a la espera de los aprendices, exhibiendo siete de sus obras, seis son de rostros.

“Tuve la fortuna de recibir apoyo para tener este espacio y de que fuera diseñado cómo lo quería, para un taller de pintura, me siento privilegiada de tener un espacio, pequeño pero siento que tiene todo, tiene luz, esta muy bonito, rodeado de plantas, siento que es un espacio agradable para poder desarrollarse”.

Durante su trayectoria artística ha admirado profundamente al estadunidense Edward Hopper, famoso por poder plasmar la soledad en vida en cualquier circunstancia, señala que ha logrado conectar con su obra, al igual que Peter Doig.

“El arte para mi es una manera de aprender del mundo, es una manera de aprender sobre las cosas que nos rodean, sobre el tiempo, y entonces uno lo contempla, lo observa, lo percibe y el cerebro hace su racionamiento o a través de las emociones uno lo expresa, uno habla de lo que está aprendiendo, de lo que lo rodea”.

Las técnicas que trabaja son el acrílico y el óleo. La mayor dificultad de trabajar con acrílico es el reloj, ya que tiene que trabajar muy rápido por la velocidad en la que seca; mientras que el Óleo tiene su complejidad técnica y se tiene que cuidar que no se craquele.

En ese escenario, Aby es el protagonista de la obra que brilla con luz propia.

 

Compartir: