Fotogalería Carolina Miranda
Papantla, Ver. – El calor es abrazador y la resolana golpea el rostro de aquellos que caminan por la zona rodeada por una verde vegetación.
Adentrarse al corazón del mundo totonaca, es sumergirse a un mundo antiguo, a edificaciones milenarias y a la casa del trueno.
Pisar las polvorosas veredas que rodean la Pirámide de Los Nichos, compuesta por sus siete plataformas, es ver, respirar y observar los vestigios de una cultura mesoamericana que aún sobrevive y vive todos los días con dignidad.
A las afueras, los Voladores de Papantla realizan su habitual ceremonia, docenas de vendedores ofrece recuerdos y al interior gozar de una naranja con chile para refrescar la garganta, seca por el caminar en tierra de nuestros antepasados. (Identidad Veracruz)