Fotogalería: Óscar Sanchez
Xalapa, Ver. – Sus paredes respiran historia. Por sus andenes las huellas de miles que buscaban llegar a la capital del país o al puerto de Veracruz y por sus vías un pasado ferrocarrilero que se niega a morir.
Aquella nueva estación de ferrocarril de los años cincuenta, ubicada en las afueras de la ciudad de Xalapa, hoy resiste, estoica, el tiempo y se mantiene como un recuerdo vivo de los años dorados.
Parece un fantasma de la avenida Miguel Alemán, pero sigue viva, recibiendo a nuevas locomotoras de carga y extrañando al ferrocarril de pasajeros, evocando su movimiento constante. Un vestigio único de la capital veracruzana.