*En lo profundo del área verde de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de Xalapa, un espacio de la Universidad Veracruzana, los espectaculares lagos, cascadas, fuentes, tortugas e insectos son un refugio de una ciudad caótica
Texto y fotos: Carolina Miranda
Xalapa, Ver.- El sonido del agua descendiendo por pequeñas cascadas se alcanza a escuchar a lo lejos, incluso en medio de frondosos y enormes árboles que ocupan cada espacio del sitio.
Las veredas que llevan a espectaculares lagos, cascadas y fuentes artificiales están bordeadas por multicolores flores e insectos que se pasean lentamente en la maleza.
En lo profundo de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de Xalapa, un lugar conocido como Los Lagos de la Usbi, el sonido de la naturaleza inunda el alma.
Observar la tranquila vida de las docenas de tortugas, escuchar el viento acariciando las hojas de los árboles, aspirar el aroma que desprenden las flores y tocar el agua quieta, es entrar a otra dimensión.
El crujir de la madera del puente nos lleva a nuestros pueblos, a nuestros orígenes; el movimiento de las palmeras, nos envían a nuestras playas; los montículos nos remiten a nuestras montañas. Todo Veracruz en un solo lugar de la ciudad de Xalapa.
La escena, a veces, se ve trastocada por los corredores que van y vienen en este verde mundo; por jóvenes estudiantes que buscan conocimiento en los miles de libros albergados en la Usbi y, por supuesto, por enamorados.
Bajo la mirada atenta del Tlaqná, una de las mejores salas de concierto del país, el área verde la Usbi es un refugio en una ciudad donde los hombres y mujeres están cada día más violentos y enojados por el incesante tráfico y por la vida misma.
Caminar, respirar, ver y tocar Los Lagos de la Usbi es alejarse de todo lo mundano, es adentrarse a nuestros sentimientos y a nuestros más profundos pensamientos.