*Desde hace 15 años, Iván de Jesús y su familia crean figuras de viejitos que serán quemados para darle el adiós al Año Viejo
Miguel Ángel Contreras Mauss
Córdoba, Ver. – Ropa vieja, retazos de papel y periódico, zapatos y tenis viejos son guardados celosamente por Iván de Jesús y su familia para darles forma a los famosos viejitos.
La elaboración parece fácil, sin embargo es necesario dedicarle tiempo y buscar los aspectos idóneos para tenerlos a la perfección y que aparenten unos hombres mayores que simbolizan el año viejo.
Iván narra que todo el año inician con la recolección de la ropa vieja, zapatos y guardar todo tipo de papel útil para el relleno de los viejitos, un arte que realizan desde hace 14 años.
“No es una tarea fácil, sí, cualquier persona puede hacer un viejito pero se necesita tiempo para que este quede perfecto y se queme uniformemente”, explica el hombre mientras acomoda los muñecos del tamaño de una persona.
En un solo día, la familia logra crear hasta ocho personajes, entre hombres y mujeres, los cuales después de secarse salen a “lucirse” en su casa del municipio de Paso del Macho.
De acuerdo a la historia, la quema de años viejos comenzó en Ecuador y, como muchas tradiciones en América Latina que se conservan hoy, es producto del mestizaje, la mezcla racial y cultural entre los españoles y los pueblos indígenas.
Actualmente, un “viejo” es comercializado hasta en 150 pesos, pero, como en todo, hay personas que regatean y no valoran el trabajo artesanal y se los llevan hasta en 100 pesos.
“Nosotros tenemos 14 años elaborando viejitos, mi madre comenzó y nosotros seguimos esta tradición, que ahora se la estamos enseñando a nuestros hijos. Es una forma de salir adelante y a la gente le gusta mucho”, recordó.
Y es en fin de año, cuando esas figuras, algunas de ellas repletas de fuegos pirotécnicos estallan para dejar atrás el año viejo.