Miguel Ángel Contreras Mauss
Cuitláhuac, Ver. – Desde hace 100 años, la familia Esquivel elabora las tradicionales roscas de reyes en una de las panaderías más antiguas de este municipio: “La Gloria”.
Desde la rosa tradicional adornada con higos y frutos secos, hasta las rellenas de todo tipo de diversos ingredientes, son elaboradas de forma artesanal en hornos de leña e industriales.
El chef José Baraquiel Esquivel Cruz, encabeza la cuarta generación de la tradición, la cual comenzó su bisabuelo y la heredó a su abuelo y posteriormente su padre la siguió.
Mientras rellena una de las roscas, el chef reconoce que la guerra entre Rusia y Ucrania ha golpeado severamente en los costos de elaboración de las roscas, pues principalmente la haría es la que más ha repuntado, sin embargo, tratan de mantener los precios estables para su consumo.
“Lo que nos caracteriza son nuestros rellenos, tenemos diversos sabores y decoraciones, con nuez, almendras, chocolates, la idea es que es llegar hacia otro tipo de paladares, pero también está la tradicional, que es la que más busca la persona de la tercera edad”, agrega.
La innovación no solo ha consistido en los rellenos y sabores, sino también en la masa, pues con las nuevas tecnologías permiten que el pan en su terminación tenga la misma suavidad hasta por tres días.
Estas roscas no solo se quedan en el municipio, sino que han sido enviadas hacia otras partes de la República e inclusive en el extranjero como España y Estados Unidos.
Los precios varían según el tamaño y el sabor, pero van desde los 180 pesos la pequeña hasta 550 pesos la más grande con relleno o decorativa según el cliente lo pida.
