*Bajo la mirada penetrante de un águila, en las 31 hectáreas del Parque Ecológico aparecen por doquier cipreses, pinos, laureles, eucaliptos, higuerillas, además carpinteros, chachalacas, gorriones y, por supuesto, una vista increíble
Carolina Miranda
Xalapa, Ver.- La mirada fija de una imponente águila aparece por sorpresa en la parte más elevada de la urbe. Con sus plumas en color café y su poderoso pico, vigila la ciudad desde una montaña.
El ave de caza forma parte de mural que da la bienvenida al Parque Ecológico Macuiltépetl, emblema de la ciudad de Xalapa, donde cientos de aves, mamíferos e insectos tienen un refugio natural.
Como si se volara en círculos, acompañando al ave rapaz surcando los aires, podemos adentrarnos a un sitio con un mirador natural que nos llevará desde la costa del Golfo de México hasta la montaña más grande de México: el Pico de Orizaba.
Serpentear desde las alturas la zona boscosa, es toparse con una vegetación exótica y de otros lares, con sus cipreses, pinos, laureles, casuarinas, eucaliptos, higuerillas y helechos que acogen, por ejemplo, a una sinvergüenza ardilla de cola roja que se pasea sin rubor alguno entre los visitantes.
Por supuesto, en un lugar como este, es constante el sonido del carpintero chéjere, las chachalacas, los gorriones y a veces, en su migración aparecerán en las 31 hectáreas del bosque el chipe coroninegro, el pavito, el gavilán matojero y el zopilote aura, algunas de las 250 especies de aves del parque.
Para llegar a la parte más alta del reducto, con sus mil 586 metros sobre el nivel del mar, será necesario atravesarse, en ocasiones, con tlacuaches, ardillas, cacomixtle y una que otra ranita del bosque y lagartijas.
Los corredores habituales ni se inmutan por los largos trechos que hay que recorrer, pero los visitantes ocasionales resienten la subida, aunque al final el premio es una vista increíble desde el mirador recién rehabilitado.
Cual mirada de águilas, desde las alturas, los antiguos caminos donde se encontraron dos culturas y cosmovisiones diametralmente opuestas; y por donde se mira belleza natural.
Al oeste los bosques del Cofre de Perote, , al suroeste la nieve del Pico de Orizaba, al sur los cafetales de Coatepec, al este las aguas de la Laguna del Castillo y con un cielo despejado la costa y las dunas de San Isidro, al noreste los rápidos del Río Actopan, y, por supuesto, la faja volcánica.
Un lugar incomparable e imperdible, el vigía de la ciudad de Xalapa.
