Nadia Carrión
Cosoleacaque, Ver.- El nido de los Cojolites se encuentra en Cosolecaque, donde su riqueza cultural se debe al arraigo de sus habitantes, quienes con jaranas de fondo trasmiten sus conocimientos.
Los habitantes, de generación en generación, transmiten sus conocimientos y creencias, desde el tejido de telar, laudería, la elaboración del popo y tamales, las mayordomías y herbolaría.
Es común ver a niños y adolescentes tocando jaranas, creando música y sus propios instrumentos en talleres de laudería.
Cuna del son jarocho y lugar donde nacieron los afamados “Cojolites”, nominados a los Premios Grammy, música sureña que no puede faltar en los fandangos.
El municipio es testigo de la creación y crecimiento de “Los Choclok”, banda internacionalmente conocida por su creativas letras, formada por jóvenes comprometidos que siguen aportando culturalmente al municipio.
La vestimenta típica de las mujeres es confeccionada por artesanos nativos; un refajo, una colorida falda hecha en telar de cintura en tonos amarillo, anaranjado, verde y una blusa blanca.
El popo es la bebida típica, de origen prehispánico que se sirve en una peculiar jicara, espumosa y refrescante hecha a base de arroz, cacao, canela y bejuco de axquiote y usualmente se acompaña con tamales.
Por las calles hay un imagen que se repite constantemente, se puede observar a los lugareños participando en las mayordomías, acuden a la misa religiosa, caminan en conjunto por las calles hasta llegar a la casa de los mayordomos.
Dónde previamente prepararon alimentos, realizando lo que llaman “tapalewi” palabra que proviene del náhuatl y significa acto de ayudarse mutuamente, los habitantes son muy unidos, todos se conocen entre sí y se saludan con entusiasmo.
Como muestra de cariño y respeto, a las personas de edad avanzada se les llama tíos, es común ver talleres de danza, preparación de alimentos típicos, música, el etcétera, de manera gratuita.
Entre las riquezas que tiene Cosoleacaque se encuentran Herpetario Coatlicue, el cual alberga más de 60 especies de cuatro continentes.
Cosoleacaque, un microcosmos indígena que mira hacia adelante.