Identidad Veracruz
Jáltipan, Ver.- Al ingresar a la calle, las figuras y los colores sobresalen de inmediato. Cada pequeña casa, de esas construidas con amor sureño, destilan matices y música por doquier.
Las aves, con sus plumajes encendidos; los hombres y mujeres soneros, con sus alegres jaranas; y las notas musicales inundan las fachadas y andadores de la mítica calle Francisco I. Madero de Jáltipan, un lugar donde el Son Jarocho renace con orgullo.
Aquí, las canciones tomaron formas diversas en murales impulsados por artistas locales y foráneos para dar alegría a un pueblo con profundas raíces indígenas y las notas musicales se convirtieron en imágenes.
Los sones “La Iguana”, “Madre Tierra” y “Luna Negra”, entre muchas otras fueron representados en las paredes de las viviendas de las familias que viven del sur, con su calor sofocante, sus comidas con estirpe indígena y su alegría.
“Un canto por México ha sido ya un proyecto que nos ha permitido conectar universos”, así describió, hace dos años, durante su inauguración, la veracruzana Natalia Lafourcade.
Murales que tienden puentes, sin duda. (Édgar Ávila Pérez)
