*El órgano de la Catedral Metropolitana de Xalapa, con sus mil 311 flautas y sus mil 500 válvulas, llegó a la capital procedente de Alemania, con un sonido único y excepcional, como el canto de los ángeles
Javier Salas Hernández
Xalapa, Ver. – Ya tiene 123 años y poco más de 4 décadas se los pasó callado, en silencio sepulcral. Recobró su voz con la restauración de sus mil 311 flautas o tubos y sus mil 500 válvulas, el reemplazo de sus 2 mil 200 alambres de guías con rosca, las 350 mangueras o conductos de aire y la afinación de los teclados, uno manual y otro de pedal.
El instrumento musical llegó a la capital de Veracruz en 1901, de origen alemán y manufactura polaca procedente de Alemania y construido exprofeso para la Catedral Metropolitana, a petición de monseñor Joaquín Arcadio Pagaza.
Tiene siete metros de alto y está tallado en madera de caoba, encino y cedro. En uno de sus lados hay una placa de cobre con la leyenda: “Órgano especialmente construido para la Catedral de Jalapa e importado por Otto y Arzoz México”.
En 1970 se escucharon los últimos sonidos emanados de los conductos de aire de las notas de música sacra del majestuoso órgano tubular estilo neogótico del siglo XIX de la Catedral Metropolitana de Xalapa.
La tarea de reconstrucción, que inició en el 2015, estuvo a cargo de un grupo de carpinteros, organeros y restauradores, que lucharon para restaurar lo que las termitas y la polilla se comieron. No se habló del costo de la restauración, pero tuvo la participación económica de personas altruistas de la ciudad.
Y en agosto de 2016 culminaron los trabajos de restauración. El entonces arzobispo Hipólito Reyes Larios y el párroco de la Catedral Metropolitana, Rafael González Hernández, vieron concretado la enorme tarea que se echaron a cuesta: revivir el órgano tubular Slack.
El 19 de agosto, para ser exactos, con una ceremonia protocolaria, se hizo la reinauguración del órgano tubular. Ahí se anunció que no estaría limitado a las misas de la Catedral, sino a disposición de la cultura musical de Xalapa.
Siete años después de que las teclas del órgano se volvieron a tocar para ejecutar las obras Ave Verum Corpus, Panis Angelicus, El brindis de la Traviata y Prende la vela, interpretadas por el maestro Carlos Albean Olvera López.
La promesa de los prelados se ha quedado en el olvido. Monseñor Hipólito Reyes Larios falleció el 8 de agosto de 2021; y el párroco Rafael González Hernández fue trasferido a la parroquia María Madre y hoy lo reubicaron a la comunidad de Otilpan del Municipio de Tlalnelhuayocan.
El órgano tubular de la Catedral Metropolitana de Xalapa sigue ahí en espera de lanzar al aire las notas musicales.
