Emblemas del arte y la historia cordobés

*El Portal de la Gloria y el Teatro Pedro Díaz forman parte de las joyas de la corona de Córdoba; edificaciones dignas de admirarse en la ciudad de los 30 Caballeros

Miguel Ángel Contreras Mauss

Córdoba, Ver.- Los espacios cautivan con su encanto colonial y su importancia como centros de encuentro y expresión artística en la región. Ambos lucen orgullosos.

El Portal de la Gloria y el Teatro Pedro Díaz forman parte de las joyas de la corona de Córdoba, ciudad que resguarda en su centro histórico los dos lugares emblemáticos que destacan por su historia, arquitectura y vibrante escena cultural.

Son espacios vivos y en constante evolución. Ambos juegan un papel fundamental en la promoción de las artes y la cultura en la región.

Al adentrarse en el Portal de la Gloria, uno se sumerge en un mundo lleno de historia y tradición. Sus arcadas de cantera rosa transportan a tiempos pasados, cuando en 1620 se construyó y durante los siglos XVII y XVIII fue ampliado.

Hospedaje para los viajeros en el siglo XIX conocida como “La favorita”; testigo  cuando Agustín de Iturbide llegó para firmar los Tratados de Córdoba con el último virrey de España.

Recibió a la emperatriz de México, Carlota, junto a su esposo Maximiliano de Habsburgo, a Benito Juárez y hasta a Don Francisco I. Madero y José María Pino Suárez.

Este sitio está conformado por tres edificios que en la década de los 80´s están dedicados a la cultura por lo cual se puede encontrar: Museo de la Ciudad, Casa de la Cultura y Biblioteca Municipal.

Los visitantes pueden recorrer sus pasillos, admirar la arquitectura colonial y descubrir una variedad de productos artesanales y souvenirs que reflejan la cultura local.

Y el Teatro Pedro Díaz sigue siendo el escenario preferido para compañías de teatro, grupos de música y bailarines que buscan mostrar su talento ante un público apasionado.

Una joya arquitectónica que ha dejado huella en la historia cultural de la Ciudad de los 30 Caballeros. Construido en 1866, destaca por su fachada neoclásica y su interior magníficamente ornamentado.

Un edificio de la época porfiriana y su construcción continúo hasta 1892. La zarzuela “Tempestad” estrenó sus tablas​

Al entrar, uno se ve inmediatamente envuelto en un ambiente lleno de elegancia y sofisticación. El telón se levanta y se revela un escenario que ha sido testigo de innumerables actuaciones teatrales, conciertos y espectáculos de danza.

La acústica impecable y la calidad artística de las presentaciones hacen que cada visita sea una experiencia inolvidable para los amantes del arte y la cultura.

 

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