El poderoso Hidalgo que engalana Xalapa

*El insurgente y sacerdote, posando sobre rocas y en medio de una fuente, carga sobre su mano izquierda eslabones del fin de la esclavitud, en la diestra una antorcha que ilumina el camino

Javier Salas Hernández

Xalapa, Ver.- A este Hidalgo no lo acompañan coronas florales, no se escuchan las notas del Himno Nacional ni el redoble de los tambores; tampoco se percibe el toque de silencio, ese himno solemne que se invoca para rendir respeto a los héroes de la patria o a quienes han caído en el cumplimiento del deber.

Tiene algo mejor. Es el único monumento de la ciudad de Xalapa con una fuente de agua activa del que emana el peculiar sonido de una cascada en medio de la nada. El cristalino líquido brota de una pared de piedra caliza finamente tallada que genera una ligera brisa.

Es el mejor de la urbe con el que se le rinde tributo, incluso superior al que se encuentra en el parque “Los Berros”, donde cada año, durante todo el mes de septiembre, es recordado por su gesta heroica.

El insurgente y sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla, conocido como el “Padre de la Patria”, luce imponente a un costado de la explanada de la Clínica 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Sobre su mano izquierda sostiene eslabones que simbolizan el fin de la esclavitud y la independencia de México sobre el yugo español; en la diestra una antorcha que ilumina el camino hacia la Independencia. Esa luz que, 100 años más tarde, iluminó a los insurgentes revolucionarios.

Bien plantado sobre una montaña de rocas y con la mirada fija hacía el horizonte observa, vigila y cuida que nadie intente mancillar la Independencia de México, la que costó tantas vidas para que hoy el país goce de libertad y transite por un camino autónomo.

Y es que con la Independencia de México se logró eliminar el régimen colonial, erradicó la esclavitud y los tributos.

Esa es la herencia del nacido el 8 de mayo de 1753 en la hacienda de San Diego de Corralejo, Pénjamo, Guanajuato.

 

Compartir: