La minilla de Las Bonitas

*En un pueblo pesquero, siete mujeres crearon una comunidad para fortalecerse y de paso ofrecer, entre el olor a mar y a fogón de leña, uno de los platillos más emblemáticos de la región alvaradeña

Édgar Ávila Pérez

Alvarado, Ver.- A lo lejos el sonido del mar y en tierra firme aromas que recuerdan al hogar costeño.

Desde un fogón de leña, los olores a pescado y especies aromáticas invaden un pequeño pueblo costero llamado Las Barrancas, un lugar con estirpe de pescadores.

De manera artesanal, un grupo de mujeres de la comunidad, conocidas como Las Bonitas, rinden tributo a uno de los platillos más emblemáticos de la región alvaradeña: La minilla.

El atún blanco,  usado habitualmente como carnada para la pesca, se cocina desmenuzado junto a una larga lista de ingredientes: jitomate, cebolla, cilantro, chile jalapeño y guajillo, yerbas aromáticas, consomé, cilantro, mantequilla y, a veces, aceite.

“Todo es artesanal y se cocina en leña, en fogón, la minilla sabe a gloria, un sabor casero, es un sabor a mar, fresco y a hogar”, describe Nancy Lizett Ochoa Tello, la fundadora de Las Bonitas, un colectivo de mujeres que llevan el mar en su sangre.

Hijas de pescadores y pescadoras, se unieron no sólo para ofrecer productos del mar con un valor agregado, como La Minilla, sino como parte de una terapia colectiva, un lugar donde platican, sacan sus frustraciones y alegrías.

“Decidimos hacer esto de manera colectiva para reforzar la economía familiar e incluso que fuera para todas las personas de la comunidad, ya que se consumen los insumos y el producto se compra a los propios pescadores”, afirma.

Bajo la batuta de Nancy, las mujeres -Florencia Hernández, Elia Tello Hermida,  María Antonia Ochoa Hernández,  Lucecita del Carmen Zamudio Prieto, Claudia Ramón Ochoa y Amairani Yépez Chimeo-, lograron apoyos de la Comisión Nacional de Áreas  Naturales Protegidas del Programa de Conservación de Desarrollo Sostenible y consiguieron una planta de procesamiento primario.

“Porqué la minilla, porque es un platillo típico no solo de Las Barrancas sino de toda la región de Alvarado, es una degustación o entrada en diferentes restaurantes y en la localidad algunas de las mujeres las realizaban para su consumo o para venta individual, pero ahora es en colectivo”, afirma.

Las portentosas barrancas que circundan a la localidad, bautizada precisamente en honor a la escultura natural, sus enormes palos de mango y palmeras y las legiones de pescadores de la localidad, la hacen única, pero la presencia de estas mujeres la convirtieron en poderosa.

“Nosotras como pescadores hemos tratado de aprovechar todos nuestros productos y parte de esto es preparar La Minilla y la verdad cuando terminamos de hacerla es agradable”, se sincera.

Desde estas tierras de Alvarado, una zona que vive y ama el mar, Nancy invita a probar La Minilla de Las Bonitas, porque –dice- esta segura que tendrán un sabor único, un sabor que sale del alma y el corazón de pescadoras.

 

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