*Durante cuatro décadas, Gorditas Favi se convirtió en un tributo a la memoria de los residentes del municipio de los Treinta Caballeros; un negocio familiar con un aroma irresistible
Miguel Ángel Contreras Mauss
Córdoba, Ver.- Un faro de autenticidad, sabor y tradición se vive, desde hace más de cuatro décadas, en el vibrante Centro Histórico de Córdoba.
Entre la bulliciosa vida de la ciudad, un pequeño pero acogedor local que guarda un tesoro gastronómico: Gorditas Favi, un lugar donde el pueblo decidió que era su lugar predilecto.
Cada mordisco a las gorditas es un tributo a la memoria de aquellos que transformaron su amor por la cocina en un emporio gastronómico querido por los cordobeses, la ciudad de los Treinta Caballeros.
El negocio familiar, ubicado a cuadra y media del Palacio Municipal, es encabezado por la apasionada Faviola Ascencio Dector. Es mucho más que un simple sitio para satisfacer antojos, es un santuario de sabores que rinde homenaje al legado culinario iniciado por sus padres, Abraham Ascencio Montes y Alicia Dector Luna.
Desde su fundación, en 1987, Gorditas Favi se ha convertido en un destino imperdible para todos los que visitan Córdoba. Su aroma irresistible y su reputación han atraído a una diversa clientela, desde lugareños fieles hasta viajeros ávidos de probar lo mejor de la gastronomía local.
Con el paso de los años, la demanda de las gorditas ha crecido, pero la esencia y el sabor auténtico han permanecido intactos.
Lo que comenzó como un modesto negocio familiar ha florecido en un punto de encuentro para generaciones enteras. Hoy en día, el equipo de Gorditas Favi está compuesto por miembros de la familia extendida, desde hermanas y sobrinos hasta los propios hijos de Faviola.
Para Faviola y su familia, no es simplemente un negocio; es un hogar lejos del hogar, donde cada cliente es recibido con una sonrisa y cada platillo se prepara con amor y dedicación.
En un mundo dominado por la comida rápida y la uniformidad, este oasis de autenticidad y tradición se erige como un faro de esperanza para quienes valoran la calidad y la conexión humana sobre la conveniencia.