*En una estructura concebida originalmente como el Templo Expiatorio Sagrado Corazón de Jesús, la casona dedicada a eventos sociales y culturales, conserva en su interior objetos del Siglo XVIII
Javier Salas Hernández
Xalapa, Ver.- Sus paredes de 156 años de antigüedad resguardan un tesoro histórico e invaluable.
En su interior, conservan objetos del Siglo XVIII, como candelabros de bohemia, espejos venecianos, vajillas de porcelana europea, vitrales franceses, un piano Steinway de cola, que dicen fue tocado por Agustín Lara.
Es la antiquísima casona de la calle Zaragoza, en pleno corazón de la ciudad, conocida como El Casino Xalapeño que originalmente fue concebida por la orden Jesuita como el Templo Expiatorio Sagrado Corazón de Jesús.
Su enorme portón de cedro, conocido como puerta de las narices, brinda la oportunidad de penetrar a un espacio donde se detuvo el tiempo y que transporta a la época colonial.
Cada paso que se da por el pequeño corredor con piso calcáreo y granítico, pulcramente pulido – como una alternativa para quienes buscaban resistencia y estilo- es introducirse en un agujero negro que lleva a la época de calles empedradas, de carruajes tirados por briosos caballos, vestidos voluminosos, de trajes de chaqueta y sombreros… a la época de la pipa y el guante.
El enorme patio central conduce a los amplios salones que conservan una Biblioteca con un vasto contenido de literatura histórica, entre la que se encuentra parte de la obra del ilustre veracruzano Salvador Díaz Mirón.
Los salones de este majestuoso inmueble, en un momento fueron áreas especiales para extenuantes partidas de ajedrez, juegos de cartas y billares; tenía espacio para un bar y una zona para juegos de boliche.
Por ello, emigró del Templo Expiatorio Sagrado Corazón de Jesús al primer Casino de la ciudad visitada por personajes de prominentes familias xalapeñas.
Al fondo, una elegante escalera de ida y vuelta con una enorme alfombra roja lleva al famoso “Salón de los Espejos” de fuerte acento francés, regiamente decorado con unos candelabros, que según, eran para el Castillo de Chapultepec, pero por alguna razón, se quedaron aquí.
En el segundo nivel, también está el Salón Azul encuentra decorado por diferentes pinturas que narran la historia de Xalapa.
La antigua casona se encuentra a tan solo unos metros del Palacio de Gobierno y de la Catedral Metropolitana.