*Templos construidos por la mano del hombre, montañas y cascadas creadas por la naturaleza forman parte de del municipio que resguarda en sus adentros parques de ecoturismo
Miguel Ángel Contreras Mauss
Córdoba, Ver.- Grandes extensiones de bosques, montañas emblemáticas, cascadas multicolores, centros ecoturísticos y recintos religiosos se combinan en un solo lugar de las montañas: Alpatláhuac.
Entre montañas verdes y aire puro, se revela como una joya oculta, un rincón de la zona de las altas montañas que parece y es un paraíso natural para desconectarse del bullicio de la ciudad y sumergirse en paisajes de impresionante belleza.
Bajo la mirada del Volcán Pico de Orizaba, adentrarse a la zona es sumergirse al misticismo y grandeza al paisaje, como la Cascada de Cocalzingo que se alza como un espectáculo visual único: una caída de agua que brota desde lo alto del acantilado y se precipita sobre las rocas.
Los sonidos del agua cayendo y las vistas panorámicas de las montañas que la rodean crean un ambiente de paz y admiración. La maravilla natural invita a quienes la visitan a conectarse profundamente con el entorno.
El paisaje que la rodea es fascinante, con una abundante vegetación que cambia de color según la época del año. Un lugar ideal para quienes buscan un refugio natural para relajarse, tomar fotografías o simplemente maravillarse ante la imponente fuerza de la naturaleza.
Para aquellos que buscan aventura, el Centro Turístico Abaturc es el lugar perfecto, un centro ubicado en una reserva natural rodeada de montañas, con una variedad de actividades que permiten disfrutar de la naturaleza al máximo.
Con su enfoque en el ecoturismo y la conservación del entorno, Abaturc ha desarrollado atractivos para toda la familia, asegurando experiencias seguras, emocionantes y accesibles.
Entre las actividades disponibles, los visitantes pueden lanzarse en tirolesa y sentir la adrenalina al atravesar los paisajes montañosos desde lo alto, jugar una partida de gotcha en un entorno natural, dar un paseo a caballo mientras exploran el terreno y respirar el aire fresco de la montaña.
En la cabecera municipal, los visitantes pueden subir al templo del Tepeyac, una construcción emblemática que ofrece una vista panorámica impresionante del valle y, en un día despejado, el imponente Citlaltépetl (Pico de Orizaba), que se erige como guardián de la región.
La experiencia en Alpatláhuac no estaría completa sin probar sus delicias culinarias: consomé de borrego, un platillo tradicional de la región, preparado con cuidado y conservando el sabor auténtico. El manjar, perfecto para recargar energías después de un día de exploración, es una invitación a disfrutar de la cocina local y de los sabores tradicionales que se han transmitido de generación en generación.