*Durante un tiempo se creyó que El diario de un hombre decepcionado de W.N.P. Barbellion era obra de un escritor y no de un “simple” naturalista y periodista
Rodolfo Mendoza
En la colección Clásica de la editorial Alba, apareció hace años el célebre libro de W.N.P. Barbellion (pseudónimo de Bruce Frederick Cummings): El diario de un hombre decepcionado; libro fundamental dentro del género, aplaudido por Cyril Connolly, Graham Greene, Christopher Isherwood, Vladimir Nabokov, George Orwell, Raymond Queneau, Jean Rostand, C. P. Snow, Sir Hugh Walpole y Colin Wilson. El diario de un hombre decepcionado de W.N.P. Barbellion es uno de los diarios más importantes del finales del siglo XIX y principios del XX. Su autor, Bruce Frederick Cummings, inició la redacción de estos cuadernos a la temprana edad de 13 años, cuando un tío le regaló Text-Book of Zoology by H. G. Wells. Este libro despertó la curiosidad del niño Barbellion, quien a esa edad inició una constante práctica de naturalista: diseccionando aves y animales pequeños. Más tarde logra un puesto en el Laboratorio Marino de Plymouth y después concursó para una plaza en el Museo Británico de Historia, lugar en el que empieza a trabajar en un puesto menor por no contar con estudios universitarios, de este trabajo tuvo que presentar su baja por motivos de salud.
La corta de vida de Bruce Frederick Cummings (1889-1919), no fue motivo para sus amplias investigaciones como naturalista. El diario de un hombre decepcionado de W.N.P. Barbellion inicia como un cuaderno de observaciones: una suerte de historia natural personal, vista a través de los ojos de un niño que sacia su curiosidad saliendo al bosque, a la laguna o al río, atrapando toda suerte de animales que sorprendían sus ojos.
W.N.P. Barbellion no sólo fue un naturalista destacado, sino que también compartía su tiempo de científico con la labor periodística, misma que le servía para allegarse recursos para sobrevivir. Su trabajo periodístico le dio renombre en su natal Devon.
Durante un tiempo se creyó que El diario de un hombre decepcionado de W.N.P. Barbellion era obra de un escritor y no de un “simple” naturalista y periodista. Toda la carga científica y literaria de este diario llega a parecer obra no de un niño-joven, sino la creación de un hombre experimentado en la vida, las ciencias y el arte.
Barbellion se regodeaba en sus paseos por el campo y en el laboratorio que utilizaba tanto del Laboratorio Marino de Plymouth como del Museo Británico de Historia. La mayoría de las entradas de los primeros años tienen que ver en su totalidad con cuestiones referidas a la naturaleza, pero a parir de 1917, cuando empieza a tener severas crisis en su salud, el diario se vuelca en una serie de reflexiones sobre la vida, la muerte —evidentemente—, la naturaleza y todo aquello que pasa por la cabeza de un genio que ve cercano su fin.
Bruce Frederick Cummings pasó toda su vida en Inglaterra, caso curioso, pues no hay naturalista que se aleje de la pasión de los viajes, de la pasión por ver aquellos climas, esos paisajes, aquellos lugares que no le proporciona su patria.
Libro raro, inmenso en varios sentidos. Al terminar su lectura queda claro por qué lo admiraban tanto y tantos escritores y, también, por qué cayó en el olvido.